Desde entonces, el encuentro fue apasionante, con un «Millonario» que tuvo algunas claras como para volver a igualar la serie, y un Palmeiras que amenazaba con los contragolpes.
Si bien el partido estaba abierto, se rompió en el final con algunas polémicas: el árbitro uruguayo Andrés Matonte cortó un avance de River por una presunta mano de Facundo Colidio que la televisación nunca repitió, y de ese tiro libre llegó el también controvertido penal de Marcos Acuña por el que fue expulsado.
Fue ahí que el «Flaco» López estiró la ventaja de penal, y encima en la jugada siguiente, el delantero argentino marcó un golazo para liquidar la historia.
Tras el pitazo final, solo le quedó tiempo al elenco de River para irse al humo del árbitro con aireadas protestas. Incluso Gallardo le recriminó por esas últimas decisiones que terminaron siendo letales para el equipo argentino.