De esta manera el haber mínimo garantizado de los jubilados se ubicará en 326.298,38 pesos, mientras que el máximo ascenderá a 2.195.679,22 pesos.
El mismo ajuste se aplicará a la Prestación Básica Universal (PBU), que pasará a 149.266,62 pesos, y a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que quedará en 261.038,70 pesos.
También se oficializó la suba del 1,88% para el régimen de asignaciones familiares que alcanza tanto a los montos de las prestaciones como a los topes de ingresos familiares que determinan su percepción. En este esquema, se incluyó un límite: la percepción de un ingreso superior a 2.403.613 pesos por parte de uno de los integrantes del grupo familiar excluye del beneficio.
Para los trabajadores en relación de dependencia y los alcanzados por la Ley de Riesgos del Trabajo, los montos varían según tramos de ingresos y la zona geográfica. En el caso de los salarios más bajos, la asignación por hijo será de 58.631 pesos en el valor general, mientras que en zonas diferenciales como la Patagonia se eleva hasta 126.425 pesos.
Para los titulares de la prestación por desempleo, las cifras se ubican en 58.631 pesos para la asignación por hijo en el primer tramo de ingresos, 39.548 pesos en el segundo y 12.340 pesos en el más alto, mientras que la asignación por hijo con discapacidad será de 190.902 pesos, 135.050 pesos y 85.234 pesos, según corresponda.
En el caso de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo para Protección Social, el monto general será de 117.252 pesos, con un diferencial de 152.428 pesos para la zona patagónica. Para la AUH por hijo con discapacidad, los valores serán de 381.791 pesos y 496.329 pesos, según la zona.
Los trabajadores monotributistas percibirán, a partir de octubre, 58.631 pesos por hijo en las categorías más bajas, 39.548 pesos en las intermedias y 12.340 pesos en las más altas. La asignación por hijo con discapacidad se fijó en 190.902 pesos, 135.050 pesos y 85.234 pesos.