Ante la aparición de ejemplares de ballenas muertas en Península Valdés producto de lo que es un fenómeno natural que se da en todos los mares del mundo, el Gobierno del Chubut, a través del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas, lleva adelante trabajos junto a otros organismos para la reubicación de los mamíferos varados, en el marco de lo que es un complejo y delicado proceso.
Las tareas de remoción de los ejemplares, afectados en principio por una posible hipótesis de consumo de algas tóxicas durante una floración algal nociva en el Golfo Nuevo, se están desarrollando en coordinación con otras áreas del Estado provincial como la Dirección de Flora y Fauna y la Administración de Vialidad Provincial, sumado a la Administradora del Área Natural Protegida Península Valdés, el municipio de Puerto Pirámides, la Red Fauna y los balleneros que brindan el servicio de avistaje; buscando de esta manera llegar a lugares de difícil acceso cercanos a esa localidad.
Imágenes del 2022
Ante lo ocurrido, el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut llevó tranquilidad a la población respecto al delicado operativo que se puso en marcha de manera inmediata y además dejó en claro que «las imágenes que están circulando en medios de comunicación y redes sociales no son actuales, sino que pertenecen a la mortandad de ballenas registrada en el año 2022 en el Área Natural Protegida de Península Valdés», un fenómeno mucho mayor al sucedido por estas horas.
Un caso puntual de la actual situación es el de cuatro ejemplares varados en las costas de Piedra Guacha donde días atrás se identificó que las ballenas se encontraban varadas, por lo que todos los organismos mencionados comenzaron a trabajar de manera inmediata y coordinada para poder reubicarlas.
Asimismo desde el Gobierno del Chubut se remarcó que según el informe elaborado por el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, entre los días 19 y 29 de octubre, se registraron un total de 21 ballenas muertas: 15 de las cuales son adultas (12 hembras, 2 machos, 1 de sexo desconocido), 2 juveniles (1 hembra, 1 de sexo desconocido) y 2 crías machos.
El mismo informe aclara además que una posible hipótesis de lo ocurrido es que se haya debido «al consumo de algas tóxicas durante una floración algal nociva en el Golfo Nuevo», haciendo hincapié en que «nuestro equipo ha observado a las ballenas adultas y juveniles alimentándose de manera frecuente en el último mes, etapa que coincide con el final de la permanencia de las madres con sus crías en el área, luego de un prolongado ayuno de varios meses de duración”.
También los especialistas brindan un detalle de los niveles de toxinas analizados y especifican que «si bien las floraciones se dan en forma de parches sobre la zona de alimentación, la causa de mortandad será informada y confirmada con el aislamiento de toxinas de los diferentes órganos de los ejemplares sobre los cuales se realizaron las necropsias”.