Cristina relató a ADNSUR el violento ataque que sufrió fuera de la institución a la que asistía su hijo, lo que la obligó a cambiarlo de establecimiento. El incidente ocurrió el 16 de mayo cuando su hijo, que asistía al turno tarde, la llamó cerca de las 17 horas pidiéndole que lo recogiera debido a un problema con una compañera en la escalera de la escuela.
Cristina explicó que su hijo y la compañera se encontraron en la escalera, donde ella intentó hacerlo tropezar, lo que llevó a un intercambio de empujones y a que la menor le diera un golpe en el estómago. Ambos fueron llevados a preceptoría y se comprometieron a no molestarse más, considerando el incidente como algo pasajero. Sin embargo, poco después, su hijo regresó a preceptoría porque la menor estaba enviando mensajes a sus primos y novio para que lo agredieran a la salida.
Al salir juntos de la escuela, se dirigieron hacia el auto donde los esperaban dos menores y la madre de Cristina, estacionado sobre calle Mitre. “Subimos, arranco para salir y siento la explosión de la luneta del auto. Vuelvo a estacionar porque no sabía qué había pasado”, relató Cristina. Al regresar a la escuela, los compañeros de su hijo señalaron a la menor como la responsable del ataque.
Cristina informó del incidente a la vicedirectora, quien confirmó la acusación de los compañeros pero desestimó la gravedad al referirse a la agresora como «una nena». La madre presentó una denuncia ante la policía y la llevó a la escuela y supervisión de escuelas, sin recibir respuesta de la institución.
Debido a la gravedad de la situación, su hijo no volvió a la escuela y fue trasladado a otra institución. Cristina expresó su preocupación sobre la persistente violencia en la escuela y la falta de acción, enfatizando que aunque los agresores sean menores, deben ser responsabilizados junto con sus padres o tutores.
“La chica sigue yendo a la escuela, se ha peleado con otros compañeros y ha amenazado a otros chicos. Dentro de la escuela hay mucha violencia y lo tapan todo. Son menores y no se les puede hacer nada, pero siempre hay un padre o tutor que debería responsabilizarse. Es como que queda en la nada porque es menor y me parece que no tiene que ser así”, concluyó.