Según medios locales, la oficina funcionaba en un edificio de la municipalidad de Gualjaina, por lo que “no generaba gastos”.
El miércoles, los vecinos se acercaron hasta la sucursal para despedir a Hube y entregarle una placa en homenaje a su trabajo. Emocionado, el trabajador despedido se retiró del lugar en su bicicleta, entre lágrimas y el aplauso de todos los presentes.