River pisó fuerte en Venezuela y arrancó con el pie derecho en la Copa Libertadores. Se impuso 2-0 frente a Deportivo Táchira en el Estadio Nuevo Pueblo con un par de goles que llegaron del otro lado del charco. Es que Sebastián Boselli y Nicolás Fonseca sacudieron las redes y fueron claves para sumar los primeros tres puntos en el Grupo H.
por centímetros arriba del arco aurinegro tras un centro de Ignacio Fernández.
Antes del cuarto de hora, el Colibrí tuvo un par de chances claras que no pudo capitalizar en la red: una mediavuelta rasante que se fue pidiendo permiso por el poste izquierdo defendido por Alejandro Araque y un frentazo en el área chica y sin oposición que no fue gol de milagro.
Fue la oportunidad más clara de la etapa inicial, ya que el colombiano estaba en soledad y a centímetros de la línea de meta, pero no fue la última. Previo a marcharse a los vestuarios, cuando el Millonario luchaba más de lo que jugaba, Colidio metió un frentazo que se durmió en los guantes del N°1 local.
El complemento fue más de lo mismo, con River sin ideas ni profundidad para terminar las jugadas. Hasta que Micho llamó a Claudio Echeverri desde el banco de suplentes y lo mandó a la cancha. A pura gambeta y rebeldía, el Diablito le cambió la cara al equipo y el gol terminó llegando por decantación.
A los 26, la defensa de Táchira intentó despejar una pelota en el área y en el medio apareció Boselli, quien solo tuvo que poner la cara para el 1-0. Un blooper con final feliz, al igual que el derechazo siguiente de Fonseca desde afuera del área que sorprendió a todos, incluso al arquero venezolano.
Fue el 2-0 definitivo, aunque la historia pudo haber terminado en la paliza si Santiago Simón, recientemente ingresado, no abría tanto su derechazo a la carrera. Echeverri también tuvo la suya, pero se fue por las nubes. De todos modos, el pichón de crack chaqueño fue gran artífice del triunfo de River como visitante, condición en la que no ganaba hacía casi dos años. Táchira, por su parte, logró el descuento en el tiempo extra, pero el árbitro Raphael Claus se lo anuló por un offside de Jean Carrillo en el inicio de la jugada.