La empresa estadounidense Clorox venderá sus negocios en Argentina, Uruguay y Paraguay a Apex Capital. La transacción incluye las plantas y marcas, pero deja los centros corporativos y de investigación en Argentina.
El personal seguirá empleado y la nueva empresa se llamará Grupo Ayudín. Otras empresas multinacionales también están buscando maximizar sus negocios y Argentina queda fuera del mapa en muchas ocasiones, a pesar del cambio hacia un gobierno más amigable con el mercado.
La estadounidense The Clorox Company, dueña de la famosa lavandina Ayudín y otras marcas, como Poett, anunció que venderá sus negocios en Argentina, Uruguay y Paraguay.
La subsidiaria que operaba en esos tres países bajo el nombre Clorox Argentina cederá sus negocios a Apex Capital, un fondo de capital privado especializado en consumo que está ligado al Grupo Mariposa, una empresa guatemalteca de alimentos y bebidas con operaciones en 16 países y un grupo de inversión liderado por el argentino Diego Barral, exvicepresidente senior y gerente general internacional de Clorox. Barral se convertirá en el nuevo CEO de la empresa.
La transacción incluye las dos plantas de Clorox Argentina (en Buenos Aires y San Juan)-,y los derechos sobre ciertas marcas de los tres países, pero deja afuera los centros corporativos y de investigación y desarrollo, que tenía la firma norteamericana en América Latina y que permanecerán en la Argentina «para respaldar las operaciones en curso de Clorox en otros mercados latinoamericanos y brindar servicios de transición a los nuevos dueños de Clorox Argentina», dijo la compañía.
El personal de Clorox Argentina, que suma 450 personas, seguirá siendo empleado de Clorox Argentina, que pasará a llamarse Grupo Ayudín, excepto quienes se dediquen a I+D y centros corporativos, quienes permanecerán en Clorox bajo una nueva estructura en Argentina.
Así, Grupo Ayudín producirá, desarrollará, distribuirá, exportará y comercializará todos los productos del portafolio actual de Clorox en Argentina, Uruguay y Paraguay, que incluye marcas de cuidado del hogar como Ayudín, Poett, Trenet, Pinoluz, Agua Jane, Sello Rojo, Mortimer y Selton, entre otras.
«Estas marcas icónicas representan un gran legado que continuaremos protegiendo como productos de confianza elegidos por nuestros consumidores en su vida diaria. Nos aseguraremos de que continúen teniendo un lugar prominente en sus preferencias, y que sigan siendo producidos localmente, para abastecer los mercados regionales«, sostuvo Pedro Palma, managing partner de Apex Capital.
La última de una larga lista
Clorox es una más de las grandes empresas multinacionales que están buscando maximizar sus negocios y enfocarse donde son más rentables. Y, en esa estrategia, Argentina -y en muchas ocasiones sus países limítrofes-, queda fuera del mapa. En el caso de Clorox, el país solo aporta 2% de sus ventas mundiales.
El traspaso de los activos en el país de estas compañías viene generalmente seguido del anuncio de un cargo extraordinario en los balances debido a la pérdida que les genera la operación. Clorox dijo que el cargo único después de impuestos será de aproximadamente US$ 233 millones.
La firma estadounidense anunció la operación en la misma semana que se concretó la postergada venta de Magistral y Ariel, dos marcas emblemáticas de Procter & Gamble, otro gigante de la limpieza, al grupo local DreamCo. Procter está también reviendo sus negocios.
También la norteamericana Exxon busca comprador para sus activos argentinos.
Estas decisiones se concretan a pesar del cambio hacia un gobierno más market friendly, que ya dio de baja controles de precios y límites a empresas, como la ley de abastecimiento.
Por ahora, la única compañía que dio marcha atrás en su proceso de desinversión fue la italiana Enel, dueña de la eléctrica Edesur, que espera ansiosa la recomposición de tarifas prometida por Javier Milei.