Francos aseguró que la restitución de Ganancias «es un pedido de los gobernadores» ya que se trata de impuesto coparticipable y que lo demandan para poder empezar a “solucionar sus problemas fiscales” mientras desde la Casa Rosada retacean recursos con el objetivo de disciplinarlos. En cuanto al Pacto de Mayo, aseguró que “es un objetivo de mucha más trascendencia” que todas las discusiones que haya de por medio
El impuesto a las Ganancias había sido prácticamente eliminado para la mayoría de los trabajadores luego de que el Congreso sancionara un ley (que contó con el voto positivo de Milei) que elevaba el piso del mínimo no imponible al equivalente a 15 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles que en la actualidad asciende a cerca de 203 mil pesos.
Más de 800 mil trabajadores de clase media dejaron de tributar en ese momento y podrían ahora volver a estar alcanzados de prosperar la iniciativa de Milei.
El impuesto a las Ganancias es, desde la última etapa del segundo gobierno de Cristina Kirchner foco de fuertes discusiones. De hecho, en 2015 fue parte central de la campaña electoral que ese año llevó a Mauricio Macri a la Presidencia.
Era también el punto central de la disputa de la CGT con el gobierno de Cristina Kirchner y una bandera que levantó en su momento el referente de Camioneros, Hugo Moyano.
Ya en la Casa Rosada Macri, que había prometido en campaña eliminar el Impuesto a las Ganancias, duplicó la base de trabajadores alcanzados por ese tributo que pasó, el 11% durante la gestión de Cristina al 22% durante el macrismo.
Durante la gestión de Alberto Fernández se elevó el mínimo no imponible y una vez más pasaron a estar alcanzados por Ganancias el 11% de los trabajadores registrados.
Ya sobre el final de la gestión de Fernández, el entonces ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa, elevó aún más el mínimo no imponible y más de 800 mil trabajadores dejaron de estar alcanzados por Ganancias. La proporción de trabajadores alcanzados por el tributo se redujo al 8%.
Ahora, su eventual restitución significará un duro golpe (uno más) al bolsillo de la clase media, que se sumará a la desbandada de la inflación y el ostentoso retraso de los salarios frente al avance de los salarios.