Según trascendió en diarios de Buenos Aires, la actualización de estos impuestos implicaría una suba del 4,4% para las naftas y del 2,7% para el gasoil, aunque se especula también si a esto se podría sumar un 2% adicional, en el que las petroleras apuntarían a sumar el ritmo de devaluación del peso frente al dólar oficial, que alcanza ese porcentaje por mes.
En todo caso, con sólo contar el impacto del 4,4% por aplicación del impuesto, la nafta Súper que hoy se vende a $638 en estaciones YPF, subiría hasta los $666, pero si además se agrega el porcentaje devaluatorio, el precio se acercaría a los $680 en esta marca.
En la nafta premium, el precio por litro saltaría a $846 con el 4,4% del impuesto, pero superaría los $900 si se agregan los dos puntos de devaluación mensual.
El gasoil común, por su parte, alcanzaría precios de $871 por litro con la suba del impuesto, aunque podría trepar a $911 trasladando la depreciación del peso; y el diésel de mayor refino, que ya está en $1.020 por litro, podría elevarse a $1.048 con el impuesto, pero llegaría a $1.067 sumando también la actualización del dólar.
Hay que recordar que los precios de YPF son los más bajos del mercado, ya que el resto de las marcas tiene cada producto en precios de algunos pesos por encima, por lo que con la nueva actualización, la nafta equivalente a ‘Súper’ en esas líneas superará fácilmente los $700 por litro.
Con esos nuevos valores, llenar el tanque de un vehículo chico o mediano, con 45 litros, superará los $31.000, mientras que una camioneta que cargue diésel de alta calidad necesitará más de $78.000 para completar su carga desde cero