Después de una intensa operación de búsqueda que involucró a diversas fuerzas de seguridad, se encontró sin vida al joven de 23 años, oriundo de Buenos Aires, que había desaparecido en el Río Manso. El hecho ocurrió en la zona de la frontera, a 5 kilómetros del límite con Chile.
El cuerpo fue localizado a aproximadamente 800 metros del punto donde el joven ingresó al río y fue arrastrado por la corriente. El fiscal Francisco Arrien confirmó que la correntada fue la causa del trágico desenlace.
La búsqueda contó con la participación de buzos tácticos de Prefectura Naval, personal policial de Criminalística, guardaparques de la zona sur, 14 brigadistas del Departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias, cuatro rescatistas de la Comisión de Auxilio, y cinco kayakistas de la región con una balsa.
El hallazgo pone fin a la incertidumbre y tristeza rodeando la desaparición del joven. Las autoridades continuarán con las investigaciones para determinar las circunstancias exactas del incidente y evaluar las medidas de seguridad en la zona.