El líder de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, fue internado en el Hospital de Esquel, ciudad donde permanece detenido, tras mantener durante más de 10 días la huelga de hambre que inició para intentar frenar su extradición a Chile.
La Corte Suprema de Justicia confirmó la extradición del revolucionario mapuche y de esa forma se agotaron los recursos legales para tratar de evitar que sea enviado a Chile, que lo reclama para que siga purgando una condena de 9 años de prisión, de la que le restan pocos meses de cumplimiento efectivo.
Con esa resolución, Jones Huala quedó a un paso de ser extraditado nuevamente a Chile. Sin embargo, es el presidente Alberto Fernández quien tiene la última palabra sobre el futuro del líder mapuche.
Para intentar torcer su destino inminente, Huala inició una huelga de hambre seca que le trajo serios problemas de salud, motivo por el que las autoridades penitenciarias de la Unidad Federal 14 de Esquel dispusieron un operativo para trasladarlo al Hospital de Esquel, donde permanece internado.
“Su estado es crítico”, aseguran desde su entorno. A diferencia de otras medidas de fuerza similares que implementó con anterioridad, ahora optó por restringir la ingesta de sólidos y líquidos, por lo que a poco de iniciarla experimentó deshidratación y otras complicaciones en su estado de salud.
El “lonko” no sólo busca evitar su traslado a Chile, donde debería continuar detenido hasta junio de 2024, sino que además exige su libertad. “Como miembro de nuestra orgánica y en su carácter de lonko respetamos su decisión política, así también como herramienta de lucha esta huelga seca que ha asumido hasta las últimas consecuencias”, difundieron las comunidades mapuches que acompañan a Jones Huala en el proceso judicial que lo involucra.