Una empleada del Centro de Monitoreo de Esquel fue condenada a dos años y medio de prisión en suspenso por el delito de encubrimiento en un caso de tentativa de robo con uso de arma de fuego. La agente policial desvió los móviles de la institución para que no pudieran dar con los autores del intento de robo.
En el caso de la tentativa de robo, perpetrada por tres individuos encapuchados, los autores materiales no pudieron ser identificados. Sin embargo, tras una extensa investigación, se descubrió que una agente policial que trabajaba en el Centro de Monitoreo desvió los móviles de la institución para impedir la captura de los delincuentes.
La agente, aunque no estaba en servicio en ese momento, utilizó su posición para encubrir a los delincuentes. Fue condenada por el delito de «encubrimiento por favorecimiento personal, agravado por la calidad de funcionaria pública». La condena, de dos años y medio de prisión en suspenso, no implicará cumplimiento efectivo, ya que es inferior a tres años.
La fiscal del caso destacó que, aunque no se logró identificar a los autores materiales del intento de robo, la condena por encubrimiento sienta un precedente importante. Además, se sospecha que el vehículo utilizado en el robo pertenecía a la pareja de la empleada policial condenada. Las autoridades de la Unidad Regional Esquel determinarán la situación laboral de la acusada.