Durante una requisa administrativa realizada en el Pabellón II de Esquel, la policía logró incautar una réplica de arma de fuego fabricada con materiales reciclables, incluyendo cartón y papel aluminio.
El operativo tenía como objetivo principal mantener la seguridad y el control en el pabellón, y se centró en una de las celdas donde se encontraban detenidos judiciales.
En el transcurso de la operación, los agentes policiales descubrieron una réplica de un arma de fuego que simulaba ser una pistola calibre 9mm. Lo sorprendente era que esta réplica había sido confeccionada con materiales fácilmente disponibles en el lugar, como cartón y papel de aluminio. A pesar de no ser un arma real, su similitud con una pistola 9mm era lo suficientemente precisa como para generar preocupación entre las autoridades penitenciarias y policiales.