Agustín Torres, propietario de una estación de servicio en Trelew, compartió su preocupación acerca de la creciente escasez de combustible en la región. Esta situación se deriva, en parte, de un desfasaje con respecto al precio del crudo y la dificultad para acceder a insumos importados debido a la diferencia cambiaria. La escasez se ha visto agravada por la alta demanda, impulsada por el temor a la falta de suministros, y se prevé que persistirá luego de las elecciones.
El Gobierno implementó un aumento del 4% en un intento por liberar la oferta de combustibles, pero el desequilibrio es tan significativo que no se ha sentido en el mercado. Las estaciones de servicio se encuentran en la última etapa de la cadena de distribución y no tienen control sobre la fijación de precios. A menudo, se ven en la difícil posición de no poder vender debido a la falta de productos, lo que genera malestar entre los consumidores.
La situación es aún más compleja en áreas con mayor cantidad de votantes, ya que la demanda de combustible es aún más intensa. Las estaciones de servicio se ven presionadas tanto por los usuarios como por los proveedores, quienes afrontan problemas de suministro. En este contexto, la escasez de combustible se mantiene como un desafío inminente que afecta tanto a los consumidores como a los dueños de estaciones de servicio.