Dentro de una situación compleja general, particularmente con los rubros que trabajan con insumos importados, crece el alerta por la falta de insumos médicos para cirugías y estudios de diagnóstico -cardiología o gastroenterología, entre otros-, a lo que se suma la provisión local de determinados medicamentos que, por diferentes circunstancias, no se encuentran disponibles ni en farmacias ni en droguerías.
La situación tiene una doble complejidad y pone en riesgo o agrava la situación de pacientes ya que los faltantes ponen en riesgo diferentes prácticas médicas y hasta obligan a cancelar cirugías y estudios de diagnóstico debido a que la mayoría de esos elementos que escasean son los utilizados en hospitales públicos.
Con esta novedad, agravada por la escasez de medicamentos, coloca a centenares de pacientes en una crítica situación ya sea por la falta de determinado producto para tratar una dolencia o -en el peor de los casos- para demorar cirugías, intervenciones que además demandan tiempos especiales del propio paciente, incertidumbre o tiempos laborales de familiares o el padecimiento de la continuidad de malestar o dolores que, de acuerdo a la decisión profesional, podrían solucionarse con una operación.
Como sucede en cada ámbito nacional, la incertidumbre económica es el “principal causal” de esta escasez o faltante de medicamentos e insumos, toda vez que se trata de elementos importados que por su costo, provocan la reducción de stocks y/o la demora de su ingreso al territorio, además de la situación que provocan las obras sociales que no acuerdan con los laboratorios y, por cuestiones comerciales, no facilitan la medicación o remedios que no se fabrican en el país.
En estos casos, difíciles e inciertos, el paciente solo tiene como defensa la posibilidad de realizar la denuncia correspondiente a través del Vademecum Nacional de Medicamentos o del correo faltas@anmat.gov.ar