Este martes por la noche un grupo de menores detenidos en el COSE (Centro de Orientación Socio Educativo) de Trelew incendiaron parte del edificio cuando comenzaron una protesta en reclamo por la comida que les dieron. Causaron graves destrozos, y como consecuencia, dos celdas quedaron totalmente destruidas.
Marcos Nápoli, juez de Garantías, tomó intervención durante el motín y este jueves aseguró que luego de mantener un diálogo con los jóvenes que ocasionaron los destrozos, acordaron que ellos mismos sean los encargados de reparar los daños.
El juez dijo que los reclamos de los jóvenes detenidos no solo estaban relacionados a cuestiones de la alimentación, sino que también reclamaban por «el destrato por parte de las personas que trabajan en el lugar, el poco tiempo que les daban para comunicarse con la familia y la calefacción».
El magistrado señaló que los jóvenes seguirán viviendo en el edificio mientras realizan los arreglos, ya que no es posible trasladarlos a un sitio donde haya adultos. “Pretendemos que ellos mismos lo reacondicionen para que se responsabilicen por lo que hicieron”, dijo en diálogo con Jornada.
El juez de Trelew también manifestó su preocupación en relación a la “ausencia de abordaje especializado en el tema”. Argumentó que “no es sencillo el disciplinamiento de los adolescentes en general y es aún más difícil en chicos que tienen en su haber hechos de sangre y con un nivel de conflictividad que asusta, implantar normas de convivencia que después puedan aplicar cuando salgan”.
De igual forma, señaló que el personal del COSE «tiene magros sueldos y están trabajando con mucho estrés, no se sienten cuidados y esa es una tarea del Ejecutivo”.