Para este jueves está previsto que se escuchen los alegatos finales en el juicio oral y público iniciado esta semana en la Oficina Judicial de Rawson, en el que se encuentran imputados Pablo Salinas y su hijo Mauricio por la muerte a puñaladas de Nery Sánchez ocurrido el 22 de agosto del año pasado el barrio San Pablo de Rawson luego que la víctima y sus victimarios compartieran una cena para ver un partido de fútbol por TV.
El Tribunal que deberá resolver acerca de la culpabilidad o inocencia de ambos está integrado por los jueces Alejandro Defranco, Marcos Nápoli y Martín O´Connors y la persecución penal a cargo del fiscal general Fernando Rivarola. Ambos imputados son defendidos por el defensor particular, Romano Cominetti.
Tanto el hombre fallecido como los sospechados del crimen se dedicaban a las tareas rurales en las chacras de Rawson, entre ellas faenar animales para luego vender su carne.
Las penas que se pretenden
Pablo y Mauricio Salinas fueron llevados a juicio oral por el delito de homicidio simple en carácter de autores, aunque para Mauricio le podría caber la figura del exceso en legítima defensa.
El incidente, que terminó de manera trágica, se produjo pasadas cerca de las 3 de la madrugada del domingo 22 de agosto del año pasado en el exterior de una vivienda de la calle Roberto Jones al 700 de la capital provincial. Cenaron y consumieron bebidas alcohólicas en exceso. La víctima, los victimarios y tres personas más, se habían encontrado temprano en horas de la noche del sábado 21 de agosto. Jugaban Boca Juniors versus Patronato. Comieron asado al horno y bebieron vino, cerveza y fernet.
La víctima y los Salinas se desafiaron a pelear con cuchillos. Fue en el exterior de la casa, ante varios testigos que contaron en el juicio lo que vieron y recordaron. Sánchez sufrió las dos puñaladas a la altura de los omóplatos. Una de ellas fue la mortal, ya que le afectó corazón y pulmones.
Para el abogado Cominetti se habría tratado de una legítima defensa y esa fue su estrategia al interrogar a los testigos propios y los que ofrecieron los fiscales.