El reloj marcaba las horas de la madrugada cuando un hombre de 58 años, cuyo nombre se mantiene en reserva por razones de seguridad, decidió sacar a su fiel compañero de cuatro patas, su perro, al patio trasero de su hogar. Lo que debía ser una actividad rutinaria se convirtió en una pesadilla que aún atormentará a esta familia.
Dos sombras enmascaradas, sus rostros ocultos bajo capuchas, emergieron del oscuro velo de la noche y, en un acto audaz y violento, irrumpieron en la vida tranquila de este hogar. Bruno Germillac, comisario de Rada Tilly, reveló que estos delincuentes, armados con el terror como su principal herramienta, se apoderaron de la vivienda.
El dueño de la casa y sus dos hijos adolescentes se encontraban en medio de la penumbra cuando fueron confrontados por los intrusos. Según el testimonio de la víctima, uno de los asaltantes portaba una arma blanca que agitaba en el aire, emitiendo una amenaza silenciosa pero palpable.
Los ladrones, en medio de un caos y una atmósfera cargada de tensión, exigieron dinero mientras revolvían las habitaciones en busca de objetos de valor. Sin embargo, tras su búsqueda infructuosa, se retiraron abruptamente de la escena del crimen, dejando atrás una familia temblorosa pero ilesa físicamente.
La noticia de este perturbador incidente se extendió rápidamente por la ciudad costera, sembrando el miedo y la inquietud entre los residentes. La mañana siguiente, en una respuesta determinada, el personal policial de la Comisaría de Rada Tilly tomó las riendas de la situación y comenzó una investigación exhaustiva para dar con los responsables de este acto cobarde.
Además, se han iniciado esfuerzos para revisar las grabaciones de cámaras de seguridad en la zona, con la esperanza de encontrar pistas que conduzcan al paradero de los dos ladrones encapuchados. La comunidad de Rada Tilly permanece en alerta mientras las autoridades trabajan incansablemente para llevar a los culpables ante la justicia y devolver la tranquilidad a este rincón costero que ha sido sacudido por el temor.