La devaluación del 22 por ciento anunciada por el Ministerio de Economía ya paralizó las ventas de mercaderías, dejando a muchos mercados sin precios; y puso a las alimenticias y productores de bienes de la canasta de consumo masivo a avisar que habrá subas en línea con la devaluación o levemente por debajo de esa línea.
Las firmas ya mandaron listados con subas de entre 9 y 30 por ciento, con una trampa: la mayoría, mientras pulseaban con el Gobierno por una devaluación, ya habían pasado aumentos previos.
En síntesis y como es ya clásico, la remarcación por devaluación se da dos veces, primero por el lobby para generarla y luego con remarcaciones posterior del porcentual de la devaluación producida. Esa información se adelantó desde estas páginas el viernes previo a las PASO, con nombres de los cinco gigantes que amenzaron con subas. Ahora se sumaron más firmas.
Lo curioso es que la devaluación -que se informó de manera desordenada, vía un comunicado, sin anclas para los ingresos y controles a los precios- fue el día previo al inicio de la negociación por la renovación de Precios Justos, el acuerdo de precios que Massa trazó con la idea de alinear expectativas. Situación que ya puso en rebeldía a las empresas, que quieren romper el acuerdo. En las últimas horas, la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), le envió una carta a Comercio diciendo que no estarán más dentro de Precios Justos.
Desde el Gobierno, sin embargo, convocaron a empresas para reunirse el miércoles y ver el tema. «Vamos a tener que corregir el sendero», confiaron a este diario fuentes oficiales. Al día de hoy, Precios Justos tenía permitida una suba de 5 puntos, que se reveerá al alza. En las últimas horas, hubo varias reuniones del secretario Matías Tombolini con su equipo de precios, y se verá qué ocurre en las próximas horas.
Para el Gobierno es vital controlar los desbordes porque el impacto inflacionaria será alto y pone a IPC de septiembre al borde de los dos dígitos si es que permite que se vayan a góndola los aumentos que se mostrarán a continuación.
Los remarcadores
De todos modos, esto no contiene el desborde de las remarcaciones. En el equipo económico no se descarta, por esta razón, entrar en un proceso de congelamiento de ciertas variables, que hoy tendría algo más de lógica si la correción cambiaria ya se hizo y puede sostenerse.
Pero al día de hoy son varias las empresas que ya remarcan. El caso más elocuente es el de las papeleres, como el caso de Papelera del Plata, que avisó un aumento del 30 por ciento. La excusa es la importación de celulosa, que es un material que todavía no se compró. Es decir, no acepta vender mercadería que se produjo sin devaluación.
En el pelotón de las que pasaron subas de entre 9 y 15 por ciento aparecen las alimenticias Mondelez (ex Kraft) y Mastellone (La Serenísima), que se suman a Danone y FEMSA Coca Cola, que lo hicieron ya la semana pasada, previendo que podría haber movimientos cambiarios. «Hablemos el lunes», habían avisado el viernes muchas empresas, especulando con remarcaciones a futuro.
Pero esos rubros no son los únicos. Los comercios esperan que haya impacto en envases e insumos difundidos. Sin contar que la carne, rubro clave para el IPC, subió 18 por ciento este mismo lunes. Tambien aparecen en el pelotón de remarcadores los productores de yerba de Corrientes y Misiones, que ya venían presionando por precios más altos. Y habrá que ver qué pasa con los aceites, que están muy conectados con precios internacionales condicionados por la devaluación.
Naturalmente, el Gobierno intentará contener la sangría, con el problema de que la habilidad nata de las firmas para remarcar ya está una vuelta adelante de las buenas intenciones. Un testeo de poder para el gabinete del ministro candidato, en una de sus semanas más calientes.