En tanto, otro de sus hijos había logrado escapar y dar aviso al 911. El joven de 24 años contó que su padre tenía problemas de adicciones y que, probablemente, estaba bajo los efectos de estupefacientes.
La toma de rehenes habría comenzado tras una discusión por celos de parte del expolicía hacia su pareja.
Según trascendió, Moreno estaba “muy exaltado” y sostenía que si la Policía no se iba del lugar los “iba a matar a todos” e iba a “haber una masacre”.
Al lugar arribó el grupo Halcón junto a un equipo de especialistas en toma de rehenes quienes tras intervenir lograron que Moreno liberara a las dos víctimas cerca de las 4.30 de la madrugada del viernes.
Finalmente, el expolicía atrincherado fue detenido por la Policía.