El gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, acompañó este viernes al Presidente de la Nación, Alberto Fernández y al ministro de Economía, Sergio Massa, en el lanzamiento del Plan Integral Argentina Irrigada que apunta a reactivar la infraestructura de riego y generar 80.000 nuevos puestos de trabajo en todo el país.
La presentación tuvo lugar esta mañana en el Centro Cultural Kirchner de la ciudad de Buenos Aires. Allí se dieron precisiones del programa de la Secretaría de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal, que contempla una inversión de más de 2.000 millones de dólares para riego tecnificado y la incorporación de 1,9 millones de hectáreas a la superficie irrigada.
Participaron del acto el titular de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis; el secretario de Planificación, Jorge Neme; mandatarios provinciales; vicegobernadores; autoridades de entidades crediticias y funcionarios nacionales. El secretario general de la Gobernación, Alejandro Sandilo, acompañó a Arcioni en la jornada donde, además, se firmaron acuerdos por 8 millones de dólares para el fortalecimiento agrícola de Chubut.
Los proyectos chubutenses
En Chubut, son 10 los proyectos formulados y en planificación para el riego sostenible. Se localizan en distintos puntos de la Provincia, implican un monto total de 137 millones de dólares y apuntan a más de mil beneficiarios en forma directa.
Los emprendimientos chubutenses son los siguientes: modernización y ampliación del sistema de riego del Valle de Sarmiento; desarrollo de áreas bajo riego en la Cuenca Alta del Río Chubut (El Maitén); desarrollo y ampliación del área irrigable del Valle 16 de Octubre, sistema Percy, primera etapa; y de la Cuenca del Río Futaleufú segunda etapa; desarrollo de áreas bajo riego en la Terraza Intermedia; desarrollo productivo Cuenca Arroyo Telsen, del Valle Medio del Río Chubut, y del Noroeste de la Meseta Central; así como desarrollo productivo ganadero en Camarones y desarrollo de riego en el Valle de Epuyén.
Oportunidades de desarrollo
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, manifestó que “el agua se está volviendo un bien escaso, y su aprovechamiento es central”. Reveló que “este programa incorpora casi 2 millones de hectáreas a la superficie irrigada y favorece a más de 50 mil productores”.
El mandatario indicó que “mientras Argentina tuvo la mayor sequía de su historia, Brasil tuvo agua en abundancia y generó una superproducción de granos que, por nuestra falta de oferta, no permitió que los precios suban”.
Consideró que “la Gran Aldea no existe más, las naciones y regiones empiezan a potenciarse. El futuro le da a América Latina grandes oportunidades de desarrollo por lo que se demandará alimentos y energía».
Fernández hizo mención a un diálogo mantenido con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva), “sobre la necesidad de abroquelarnos en América Latina», y aseguró que “el futuro que se viene le da grandes oportunidades a la región para ser proveedora del mundo”.
“Admiro, aprecio y valoro el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Estoy convencido de que tenemos un diferencial con el resto del mundo que nos pone en un lugar de privilegio”, remarcó.
Empleos rurales y capacidad productiva
Durante la presentación, el ministro de Economía nacional, Sergio Massa, manifestó que “estamos frente a un tema que no es simplemente la puesta en marcha de obras, estamos hablando del recurso más importante que tiene nuestra civilización, que es el agua. El agua como instrumento de transformación más importante por valor agregado, en la segunda gran discusión que tiene nuestra civilización, que es la seguridad alimentaria y las proteínas”, señaló.
Aseguró que Argentina “tiene un papel central en esa agenda de discusión de recursos estratégicos, y cuando hablamos de aumentar la superficie sembrada hablamos de extender en cada una de nuestras provincias la cantidad de empleo. 2000 millones de dólares que representan 80.000 nuevos empleos rurales a lo largo del programa”.
El funcionario sostuvo que “cuando hablamos de recurso estratégico y extensión de superficie sembrada, hablamos de aumento de la capacidad productiva también hablamos de impacto en las economías regionales: 42.000 empleos en la puesta en marcha del proyecto a lo largo y a lo ancho del país”.
En otro orden, indicó que “el otro gran desafío, siendo uno de los diez países más grandes en superficie, es cómo transformamos el agua, la inversión de nuestras empresas, el talento creativo para generar valor agregado sobre esa agua, el trabajo focalizado o extendido”. Y señaló que el eje está puesto en “agua, fertilizantes, aumento de la superficie cultivable, sociedad estratégica con Brasil y mirar al mundo con una lógica distinta.
Política de Estado
El ministro apuntó a posicionar a “estos programas como políticas de Estado. Estos 2.000 millones van a trascender mi tarea como ministro, la de Alberto como presidente y no nos tiene que volver a pasar que en lugar de ver cómo se profundiza la inversión, se andan buscando papeles para dañar al funcionario que estuvo a cargo para destruir el programa, que eso es lo que pasó”.
“El PROSAP, que fue una bandera de desarrollo agropecuario en la Argentina entre 2008 y 2015, hoy vuelve a ponerse en marcha con Argentina Irrigada y esperemos que gobierne quien gobierne en Argentina se entienda que cuando hablamos de aumentar la superficie cultivable, nuestra capacidad de riego, de pensar en términos de economías regionales, de lo que hablamos es de cuánto trabajo argentino le vendemos al mundo”.
Desarrollo integral del país
En tanto, el secretario de Planificación del Desarrollo y la competitividad de la Nación, Jorge Neme, recordó que en 2002 “comenzamos a reconstruir las áreas que no habían tenido inversión”, y entre ese año y 2015 “realizamos 59 obras de reconstrucción de los sistemas de riego, invirtiendo 640 millones de dólares en ese proceso. En 2016 se dejó de invertir, cayo prácticamente en 0, retomamos esto en el 2020 recuperando la inversión poco a poco”, destacó.
El funcionario detalló que “hoy tenemos 95 proyectos de este programa de Argentina Irrigada que implica una inversión de 2.060 millones de dólares. El 5% de las hectáreas de la Argentina están irrigadas y la idea es llegar al 10%, en esta primera etapa. Es una política que tiene beneficios para el desarrollo integral del país”.
Más empleo, producción y desarrollo
El Plan Integral Argentina Irrigada busca aportar una mirada estratégica e integral sobre las posibilidades del aprovechamiento y el uso eficiente de los recursos hídricos para riego integral, complementario y para uso ganadero, promoviendo agendas de inversión público privadas y entre Nación y provincias, para potenciar las producciones agroindustriales de la Argentina.
Otro de los objetivos es diseñar e implementar proyectos de riego en las diferentes regiones del país que permitan potenciar la producción, mejorar la calidad de los productos, adaptar a las regiones a los impactos del cambio climático y contribuir al arraigo y el desarrollo federal.
Según se desprende de la iniciativa, aumentar la superficie agrícola irrigada producirá un impacto positivo no sólo sobre la producción sino también sobre el valor de la misma, conjuntamente con la creación de empleo y generación de mejores condiciones para el desarrollo de zonas rurales.
El plan federal busca recuperar 59 proyectos desarrollados a partir del año 2000 y 90 a ejecutar entre 2023 y 2024.