Los hechos habrían ocurrido entre 2019 y 2021, según se desprenden de los testimonios brindados en cámara gesell y la denuncia realizada por una de las víctimas en el marco de la aplicación de la Educación Sexual Integral.
La jueza Mirta Moreno resolvió hacer lugar a la petición fiscal y elevó el caso a juicio oral, rechazando la oposición del defensor de los imputados, Carlos Pericich, quien además había solicitado la libertad de sus asistidos. La magistrada coincidió con la fiscalía y el asesor de familia Pablo Rey, quien actuó en representación directa de los menores, al tener en cuenta el estado de vulnerabilidad de las víctimas en un contexto intrafamiliar, donde además existen evidencias de maltrato, violencia y trabajo forzado .
El abuelo está acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y las circunstancias de realización, agravado por el vínculo y la convivencia preexistente con una menor de 18 años en la modalidad de delito continuado, todo ello en el contexto de violencia de género. El tío, por su parte, había salido recientemente de cumplir una condena de prisión debido a hechos de violencia contra su ex pareja y ahora se lo acusa de abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente en la modalidad de delito continuado en perjuicio de un menor, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización, agravado por la situación de convivencia preexistente con un menor de 18 años,
La jueza también dispuso la continuidad de la prisión preventiva de ambos acusados debido a la gravedad de los hechos y la vulnerabilidad de las víctimas. Este caso destaca la importancia de la denuncia de los hechos de abuso sexual y el acompañamiento y protección de las víctimas, especialmente en situaciones de vulnerabilidad intrafamiliar.