Joselin Mamani tenía 10 años cuando la encontraron asesinada de 72 puñaladas en su casa de la localidad bonaerense de Longchamps en enero de 2019. Su mamá, la única imputada en la causa desde ese momento, exigió su sobreseimiento y criticó que los asesinos “estén libres”, ya que “destrozaron” su vida y la de su hija.
“A mí me trataron desde el principio como asesina, no es justo lo que me están haciendo. La fiscalía no hizo nada, no me dio ninguna respuesta y me acusaron sin ninguna prueba”, sostuvo Zaida Mamani, la mujer imputada por el “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía” de su hija, pero en libertad, en diálogo con Télam.
A cuatro años del crimen de Joselin, Mamani encabezó una marcha en las últimas horas para pedir justicia por su hija, de la cual también participaron distintas organizaciones migrantes feministas, sociales y de comunicadores.
El año pasado, su abogado Ernesto Flores apeló el rechazo al sobreseimiento y actualmente esperan la respuesta de la Sala II de la Cámara de Apelaciones que podría llegar en febrero próximo.
“Pruebas concretas no hay ninguna, ni de ADN, ni de testigos o de rastros que se hayan levantado como huellas digitales, no hay ninguna prueba contundente de que Zaida sea la autora del crimen”, aseguró.
Según el letrado, la fiscalía basó la acusación a raíz del informe de la autopsia y de un análisis de la causa que hizo un comisario, que opinó que Zaida cometió el hecho en la mañana del 7 de enero de 2019, antes de salir de su casa para ir a hacer un trámite al banco, y cuando volvió llamó a los vecinos para decirles lo que había pasado.
“También dijo que algunas heridas habían sido cometidas con ‘poca fuerza’ y que por eso sería la autora del hecho una mujer, por lo que para la fiscalía la única persona que pudo haber sido es Zaida”, precisó Flores.
La sospechosa que nunca se investigó
No obstante, el abogado remarcó que “ningún vecino vio o escuchó nada” y que solamente “una vecina declaró que entró al lugar porque estaba la puerta abierta, que no había nadie y vio a la nena tirada en el piso agonizando”.
“Esta persona estuvo entre las diez y las once de la mañana, era una vecina que vivía a tres cuadras y que Zaida la ayudaba con dinero o mercadería”, recordó Flores sobre esa mujer que, para la madre de Joselin, fue la persona que mató a su hija.
Mamani criticó a la fiscalía porque “nunca” profundizó la investigación respecto de la sospechosa y la pareja de esta, ya que al ingresar a su casa ella supuestamente se “resbaló” con la sangre. “Sus zapatillas quedaron manchadas y ella declaró como testigo que le pidió ayuda al padre de sus hijos, pero como no podían quitar la sangre las terminaron quemando”, cuestionó.
“Me trataron como a una asesina”
De acuerdo al testimonio de la vecina, al ver a Joselin en el suelo salió corriendo a la casa de sus padres, pero ellos no estaban y llamó por teléfono a Mamani, quien desmintió que la haya tratado de ubicar porque no tenía su número personal.
Les decía que hagan algo pero me decían ‘callate’, me trataron como una asesina.
“Cuando regresé a mi casa la encontré muy mal, la Policía me sacó afuera y la ambulancia tardó dos horas. Les decía que hagan algo, pero me decían ‘callate’, me trataron como una asesina”, dijo Zaida con lágrimas en los ojos y añadió: “No puede ser que los asesinos estén libres y la fiscalía no haga nada, por eso quiero que se haga justicia por mi hija, porque lo que le hicieron no tiene perdón, nos destrozaron”.
Por último, el abogado Flores recordó que la mujer fue imputada sin prisión preventiva en octubre de 2021, dos semanas después de que ella comentara en la fiscalía que se iba a casar con el hijo de su expareja, quienes habían sido los primeros sospechosos en el caso.
“Tiene directa relación eso con la imputación porque presumieron que había algo raro”, aseguró el abogado.
En el inicio de la investigación, un hombre con el que la madre de la víctima mantuvo una relación sentimental durante unos ocho años y el hijo de este, su actual pareja con el que tuvo un bebé en diciembre último, quedaron imputados como sospechosos de un “femicidio vinculante” pero luego fueron sobreseídos
El crimen de Joselin
El hecho fue descubierto el 7 de enero de 2019 en una vivienda situada en la calle Silva al 1500, del barrio 14 de Febrero, de Longchamps, en el sur del Gran Buenos Aires, donde Joselin vivía con su mamá.
La mujer denunció que ella había salido de su domicilio cerca de las 10.30 para ir a un banco en el centro de esa localidad y que dejó a su hija sola. Según su testimonio, cuando volvió poco después del mediodía encontró la puerta de rejas abierta y a su hija muerta a puñaladas en el piso de la cocina, por lo que llamó al 911.
Cuando los efectivos llegaron a su casa constataron la muerte de la nena: tenía manchas de sangre en la ropa, la cara, brazos y piernas. Sin embargo, en el lugar no advirtieron desorden ni la falta de elementos de valor, excepto un juego de llaves que la mujer había dejado sobre la mesa de la cocina antes de irse al banco.
La autopsia determinó que Joselin sufrió 72 puñaladas en el pecho, su abdomen y el rostro.