Una joven de 18 años fue herida de 43 puñaladas y abusada sexualmente en un descampado de la zona norte de la ciudad de San Luis, tras lo cual como sospechoso del ataque detuvieron a un compañero de escuela de la misma edad.
Según las fuentes, el hecho ocurrió el lunes por la tarde en un descampado ubicado en el Barrio 131 Viviendas, pegado al Anexo III del barrio Eva Perón de la ciudad de San Luis.
La agresión sexual es investigado por la coordinadora de la Unidad de Gestión Fiscal en turno, Virginia Palacios Gonella; la fiscal adjunta María Fernanda Del Cerro; y el fiscal de Instrucción 3 de San Luis, Esteban Roche, quienes brindaron detalles en una conferencia de prensa.
Palacios Gonella señaló que la Policía y la Justicia intervinieron luego de producido el ingreso de la víctima al área de urgencias del Hospital Carrillo, donde tomaron un primer contacto con la joven, quien «presentaba múltiples lesiones», aunque los «médicos dijeron que, en principio, estaba estabilizada y lúcida, ubicada en tiempo y espacio, por lo que era posible tomarle una entrevista».
«Nos contó que ella cursa el quinto año y que había quedado con un compañero en encontrarse en un lugar a tres cuadras de la escuela, y que en dicho lugar esta persona arremetió contra su integridad sexual, la abusó y le asestó 43 golpes con elementos punzo cortantes, y ella dijo que el agresor utilizó un destornillador», indicó la fiscal, aunque los médicos creen que pudo haber sido utilizado «una llave Phillips».
Y agregó que: «Estaba desfigurada y se visualizaban heridas en tórax y espalda, hematomas múltiples en el rostro, cortes múltiples en cráneo, y lesiones en miembros superiores e inferiores».
Las heridas fueron confirmadas por la médica forense Marcela Gómez, quien refirió que la mayoría son superficiales, pero que cuatro o cinco de ellas tuvieron mayor profundidad, aunque no comprometieron órganos vitales, dijeron los informantes.
Según Palacios Gonella, la joven «no podía hacer otra cosa que llorar durante la entrevista, pedía una Virgen y los médicos le acercaron la imagen de una que había en el hospital» y solicitaba «ayuda porque tenía mucho miedo». En el centro asistencial, personal de Criminalística secuestró las prendas de la joven «con sangre» con el objetivo de buscar algún fluido que no sea de ella para un cotejo de ADN.
A partir de los datos aportados por la víctima, los hallados luego por personal de la comisaría 39na. en la escena del crimen y los dichos de al menos cuatro testigos presenciales, llevó a que esa misma noche, el juez Ariel Parrilli ordenó el allanamiento de la casa del compañero de escuela de la víctima y su detención, lo cual se produjo a la medianoche en el barrio Cerro de la Cruz.
«Al principio no abrían la puerta. La situación se puso un poco tensa. Pensábamos que podía escapar, pero finalmente abrió el papá, se le leyó el oficio, se procedió a la detención, al secuestro de telefonía celular y, lo más trascendente, el hallazgo de prendas de vestir con manchas sangre y con signos de haber sido quemada, no en su totalidad», relató Palacios Gonella.
La fiscal añadió que en la vivienda «había una serie de manuscritos sobre lo que él había hecho ese día».
Palacios Gonela explicó que el acusado, identificado como Facundo Nicolás Brítez, de 18 años, no presentó resistencia cuando fue detenido y su madre aludió que padecía «retraso madurativo», lo que no pudo ser confirmado aún.
«Creemos que fue una acción defensiva por parte de su madre, ya que no contaba con ningún certificado, y además al consultar a sus docentes de quinto año, manifestaron que desconocían ese dato y que su desempeño académico era muy bueno», remarcó.
La funcionaria judicial manifestó que el acusado «estaba en óptimas condiciones», «no presentaba agresiones externas», y que mañana será sometido a la audiencia de formulación de cargos por «tentativa de femicidio», ya que consideró que «hubo una intención deliberada de extinguir la vida de esta mujer».
Además, la fiscal resaltó la acción de los vecinos en socorrer a la joven, llamar a la ambulancia y colaborar con la investigación.
«Por suerte los vecinos de la zona ayudaron a la joven que pedía auxilio y llamaron a la ambulancia, ya que, si nadie se hubiera percatado de lo que sucedía, podría haberse desangrado. Además, aportaron datos significativos para identificar al agresor», destacó.
Por otro lado, el último parte médico de la joven, dado a conocer por las autoridades del hospital este mediodía, indicó que «la paciente se encuentra estable», internada en «el área de moderados, bajo observación» y que «recibe asistencia del equipo de psicólogas y psiquiatras».