Estuvieron presentes el jefe comunal, Jorge Villegas, el comisario César Brandt en representación de la Policía del Chubut que apadrina el establecimiento; el subsecretario de Asuntos Municipales de Chubut, Luis Aguilera, el intendente de Río Mayo, Alejandro Avendaño; jefes de seguridad, excombatientes, docentes, alumnos y exalumnos.
Durante el acto se descubrieron placas en la vieja escuela, que fue restaurada con el esfuerzo de exalumnos, y se entregaron reconocimientos a personas que dejaron huella en la institución, como así también elementos para poder seguir creciendo y atendiendo necesidades.
En ese marco, el intendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, expresó que «para nosotros un 100° aniversario es un logro muy grande para la comunidad, para los que han estado desde sus inicios y se vio reflejado en los mensajes que expresaron sobre cómo han ido formando y educando personas en los lugares más lejanos de nuestra provincia».
En el acto estuvo presente Alfredo Fernández Coria, hijo de Mario, el primer docente de la escuela que llegó a Ricardo Rojas con 18 años, proveniente de La Plata y con muchas adversidades, supo forjar una institución formadora para los pobladores de principios del siglo XX.
«Como en aquella época, aún sigue siendo todo muy cuesta arriba en las comunas rurales de nuestra provincia, por eso valoramos muchísimo el trabajo que se hace en los pueblos donde todo es mucho más difícil», resaltó Luque.
Por eso -continuó- «el Estado tiene la obligación de dedicarle trabajo al interior porque el esfuerzo que hacen los pobladores de estas localidades es supremo».
El jefe comunal, Jorge Villegas, manifestó que «estamos muy contentos de vivir este día especial. Agradecido con esta institución, con Gladys que nos enseñó muchos valores que llevamos en el corazón. Es una persona que nos sigue enseñando».
Gladys Vejariel, a quien hizo referencia el jefe comunal, fue docente y directora por más de 30 años y dejó una gran huella en toda la comunidad educativa que esta tarde la homenajeó.
«Se siente un inmenso placer festejar los 100 años de nuestra querida escuela. La educación es importante y ha sido preocupación de varias generaciones. Durante los años que estuve al frente, tuve mucha ayuda de las instituciones, en especial de la comuna rural. Fui muy feliz trabajando en esta escuela, con docentes dedicados a sus alumnos con mucho amor. A los chicos siempre hay que brindarles amor», sostuvo emocionada.
El hijo del primer docente Mario Fernández Coria, Alfredo, viajó desde Bahía Blanca especialmente para estar en este momento especial del que su padre es parte de la historia.
Al brindar unas palabras, reconoció que «me emocionó mucho la recepción de docentes y directivos de la escuela. Mi padre vino desde La Plata junto con su hermano y un primo. Los tres, Valentín en Río Mayo; mi padre aquí que se llamaba Centro Río Mayo; y mi tío Máximo en Aldea Beleiro (Alto Río Mayo)», relató.
«Mi abuelo era conservador y sus tres hijos eran políticamente socialistas. La política no debe estar separada de la ética, la moral. Él levantó esas banderas. Fue muy duro llegar acá en esos años y empezar desde cero», explicó.
Por último, destacó que su padre «fue un hombre de elevada moral, gran autodidacta. En esta Patagonia, hace 100 años, había gente de distintos países con una gran cultura. Esa gente le plantó un gran desafío para poder estar a su altura y eso lo motivó muchísimo».
Para finalizar, el flamante director, Rubén Villarreal, describió que «es un grato placer estar acá. Este centenario es un hecho histórico que deja una huella que debemos analizar y preguntarnos lo que se ha logrado. Fuimos testigos de lo que se puede lograr cuando todos tiramos para todos lados».
«Hoy la Escuela es una unidad multinivel, inicial, primario, secundario y adultos. Desde mi lugar, los invito a seguir creciendo y sobre todo seguir soñando como aquellos que iniciaron esta escuela Redoblaremos esfuerzos para dejar nuestras huellas en ella», finalizó.