Leonardo Ponzio tuvo su gran despedida del fútbol en este primer día de primavera ante una multitud que colmó el estadio Monumental como en las grandes jornadas para presenciar un partido protagonizado por verdaderas estrellas de distintos tiempos de la institución riverplatense, así como de otros estamentos deportivos como el tenis, el polo, el automovilismo, y también del mundo artístico.
«Gracias por venir a compartir esta noche conmigo. Gracias, muchachos. Ustedes saben que me pusieron en este lugar y me dieron el valor que a una persona es lo mejor que le puede pasar y es el valor humano. Gracias a mi familia. Soy adoptado en esta casa (surgió en Newell’s) . No sé qué decir porque tengo mucha emoción. No sé cómo explicarlo porque no tiene explicación. Hay cosas que a uno lo superan y esto lo superó todo: Muchas gracias en serio», fue el discurso que dio Ponzio ante los 65.000 asistentes al Monumental.
Con estas palabras y una canción interpretada por Soledad Pastorutti se abrió la noche en el colmado estadio riverplatense, que luego tuvo la entrega de una plaqueta y un cuadro con la camiseta 23 y la leyenda: «El capitán eterno«, firmada por sus excompañeros. Además hubo otro enmarcado con los logros de su carrera y la cinta de capitán que usó durante tantos años.
Después llegó la hora de la diversión con el partido controlado por el árbitro reconocido hincha riverplatense, Pablo Lunati, entre dos equipos que vistieron la camiseta titular (dirigidos por Matías Biscay) y la alternativa (conducidos por Hernán Buján).
El primero alineó a Julio Chiarini; Emmanuel Mammana, Jonatan Maidana y Bruno Urribarri; Ariel Rojas, Leonardo Ponzio, Nicolás Bertolo y Ariel Ortega; Juan Fernando Quintero; Fernando Cavenaghi y Enzo Francescoli.
El otro se constituyó con Germán Lux; Hernán Díaz, Javier Pinola, Bruno Zuculini y Milton Casco; Ignacio Fernández, Enzo Pérez y Andrés D’alessandro; Alejandro Dominguez, Lucas Pratto e Ignacio Sccoco.
En el segundo tiempo el equipo A alineó a Enrique Bologna; Paulo Ferrari, Danilo Gerlo y Martín Aguirre; Marcelo Escudero Augusto Fernández, Ponzio, Nicolás Domingo y Fernando Belluschi (Braian Romero); Sebastián Abreu e Iván Alonso (Mauro Rosales).
Y el B lo hizo con Augusto Batalla; Pablo Erbín (Pedro Alfonso), Guillermo Coria (Nicolás Pieres), Luciano Vella (Gonzalo Pieres), Facundo Ardusso (David Nalbandián), Alvaro De Aquino (Guillermo Marino), Maximiliano Rodríguez, Luciano Galleti (Hilario Ulloa), Diego Milito (Facundo Pieres) y Ernesto Farías (Javier Brizuela).
También estuvieron presentes David Trezeguet, Leonardo Astrada, Jonathan Botinelli, Matías Kranevitter, Rodrigo Mora, Cristian Ferreira, Lucas Beltrán, David Martínez, Leandro González Pirez, Elías Gómez, José Paradela, Santiago Simón, Agustín Palavecino, Esequiel Barco, Matías Suarez, Miguel Borja y Pablo Solari.
El entrenador Marcelo Gallardo iba a formar parte del primer equipo pero una molestia en la rodilla derecha que acusó a última hora solamente le permitió salir al campo de juego de civil para saludar a un público que nuevamente lo ovacionó.
Enzo Pérez volvió a ponerse el buzo de arquero (además marcó un gol y el propio Ponzio le atajó un penal), hubo cambios por doquier y cada uno tuvo su espacio, desde el «Loco» Sebastián Abreu, que anotó su infaltable gol de penal picando la pelota, hasta otro señalado por «Leo» y uno de Enzo Francescoli que levantó a la multitud tras una gran apilada personal.
También anotaron sus goles quienes no tuvieron nada que ver con River en sus carreras como el racinguista Diego Milito y el tenista David Nalbandián (también jugaron los polistas Gonzalo, Nicolás y Facundo Pieres, el automovilista Facundo Ardusso y el actor Pedsro Alfonso). Y por supuesto no podían faltar los tantos de Ortega, Dàlessandro, «Nacho» Fernández, el «Chori» Domínguez y Braian Romero, que señaló el 7-6 definitivo en favor del equipo de Ponzio.