Durante el juicio, que culminó la semana pasada, el Servicio Nacional de Salud de Francia informó que Guedj (hijo) había colocado en un año 28 veces más puentes dentales que sus colegas. Esas piezas postizas son necesarias cuando se extirpan los dientes originales.
Carnot Guedj también fue condenado a prisión, pero por cinco años. Padre e hijo fueron encontrados culpables de fraude y mutilación masiva y sistemática de sus pacientes.
Pacientes salieron del consultorio con la mitad de sus dientes en la mano
Entre los relatos que se escucharon en los últimos días en la corte de Marsella, en el sur de Francia, se supo de personas que entraron al consultorio de Guedj (hijo) por un dolor de muela y salieron con la mitad de sus dientes en la mano.
También se comprobó que hubo pacientes con complicaciones severas, como infecciones y daños permanentes en la boca, debido a que el odontólogo se tomaba apenas 10 minutos en hacer tratamientos que por lo general llevan casi una hora.
Además de ser dolorosas, incómodas e innecesarias, las intervenciones fueron realizadas con un costo abonado en parte por el sistema de salud de Francia. El fraude logró engrosar las fortunas de los Guedj a costa de las aseguradoras mientras sus pacientes eran en su mayoría de bajos recursos económicos.
El caso de Guedj llamó la atención en 2010, cuando el odontólogo facturó alrededor de 2,9 millones de euros (casi el mismo valor en dólares) que invirtió en inmuebles, viajes y autos de lujo.
Pero el jueves pasado la suerte de ambos cambió cuando la justicia los sentenció a prisión inmediata, aún teniendo en cuenta que podrían apelar el fallo en primera instancia.