“En el celular de Brenda Uliarte está todo el plan para atacar a Cristina Kirchner”. Esa contundencia utilizó una fuente con acceso a la causa para explicar la importancia de las nuevas evidencias incorporadas en las últimas horas que merecieron que la jueza María Eugenia Capuchetti dispusiera el secreto del sumario.
La magistrada analiza ampliar la declaración indagatoria de Fernando Sabag Montiel y de su novia Brenda Uliarte para exhibirle las nuevas pruebas y que puedan defenderse antes de resolver sus situaciones procesales.
El celular de Uliarte fue el más prolífico en cuanto a nuevos contenidos que pueden ser utilizados como evidencias, según los investigadores. Al punto que se estableció que interactuaba en Telegram, un servicio de mensajería cifrado, entre grupos extremos, que promueven la violencia. Estos grupos preocupan a las autoridades.
Un mensaje del celular de Brenda Uliarte llamó la atención de los investigadores: “Tenemos que generar hechos, no protestas. Basta de quedarse puteando. Tenemos que pasar a la acción. Pongamos molotov en la Casa Rosada”, dice el texto, aunque no trascendió la fecha de la comunicación sobre la que informaron fuentes del caso.
Otras fuentes se mostraron entuasiamadas con el contenido del teléfono de Uliarte: “En el celular está todo el plan para atacar a Cristina. El celular es contundente”, dijo una fuente de los tribunales. El celular es un Xaomi Note 9 y fue desbloqueado por los investigadores de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
En la “carpeta segura” del celular de Brenda Uliarte se encontraron constancias de mensajes guardados incluidas conversaciones de WhatsApp. Una versión hablaba de que entre sus contactos estaría el de un político, pero fue desestimado por fuentes de la causa.
Los teléfonos del resto de los amigos que vendía algodones de azucar y de Sabag Montiel no arrojaron datos relevantes, según los investigadores. El de Sabag Montiel quedó “resetado a fábrica” cuando intentaron abrirlo y se pudieron recuperar de la tarjetas de memoria fotografías del acusado con su arma y de Brenda con la pistola.
La jueza dispuso el secreto del sumario, lo que hace pensar que se dispone a tomar alguna medida de trascendencia en la investigación. La última vez que lo hizo fue cuando resolvió la detención de Brenda Uliarte, en la estación de tren de Palermo.
Otra de las tareas realizadas en las últimas horas fue seguir determinadas cuentas de redes sociales que supuestamente eran utilizadas por el grupo de amigos para comunicarse. Los investigadores advirtieron que algunas de esas cuentas, con identidades simuladas, se cerraron últimamente, como para borrar evidencias o porque sus dueños tienen temor de verse implicados en el caso. Son cinco o seis perfiles de Facebook, dijeron las fuentes.
La jueza Capuchetti dedicó el fin de semana a avanzar en la redacción de una resolución sobre la situación procesal de Sabag Montiel y Uliarte. Analiza procesarlos con prisión preventiva por el delito de tentativa de homicidio calificado por la premeditación y la participación de dos o más personas. También podría ser por el estado de indefensión de la vicepresidenta, como lo señaló la jueza al indagar a los dos detenidos.
Para incorporar esta nueva evidencia producto del teléfono de Brenda Uliarte contra los sospechosos, la jueza primero debe exhibirles esta prueba y que ellos puedan defenderse. Por eso es que analiza traerlos desde la celda donde se encuentran para ampliar sus declaraciones indagatorias. La citación podría ocurrir mañana.
El viernes a la tarde, entre 16.30 y las 18, la jueza Capuchetti estuvo en la sede de la PSA cerca de una hora y media conversando con los equipos que llevan adelante las tareas de investigación y la búsqueda de los celulares. También acudió a la sala de situación donde observó cómo se desarrolla la investigación.
Los investigadores dicen estar cerca de ampliar el círculo de sospechosos a más personas, incluso fuera del grupo de amigos de Sabag Montiel y Brenda Uliarte, aunque la justicia entiende que no hay por ahora evidencias suficientes como para imputarles una participación en la tentativa de homicidio.
Sabag Montiel está preso desde la noche del ataque a la vicepresidenta, el jueves 1° de septiembre, y su novia Brenda Uliarte fue presa dos días después, cuando tomaba el tren en la estación Palermo y era seguida mediante su teléfono celular.
Fue indagada el lunes pasado junto con su novio. Desde ese día la jueza tiene 10 días hábiles para resolver la situación procesal de ambos imputados y seguir adelante con la investigación del caso, disponiendo nuevas medidas de prueba para dar con el resto de los sospechosos.
En otra comunicación surge que Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte habrían intentado atacar a Cristina Kirchner el sábado 27 de agosto, tras los incidentes entre la policía de la Ciudad y los manifestantes, pero que desistieron tras evaluar que la vicepresidenta ya no iba a salir a la calle después de hablar a la multitud y pedirle que se fueran a sus casas.
Un grupo de mensajes entre Sabag Montiel y Uliarte, publicados por Infobae y cuya autenticidad fue confirmada a LA NACION por fuentes del caso, señalan que preferían no actuar en esa noche
“No, no es que se dé cuenta, el tema es qué hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea, son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido. ¿Entendes? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido”. Ese texto confuso puede interpretarse como la decisión de posponer el ataque, porque ya no podían actuar cerca de la medianoche del sábado.
Otro mensaje, de mas tarde, del mismo días de la pelea por las vallas, señala: “No, ya se me metió adentro y el escenario el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios eh y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga así que ya fue, deja, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”, le dice Sabag Montiel a la novia.
Ese día, las imágenes de las cámaras de seguridad ubican a Sabag Montiel en las inmediaciones de Cristina Kirchner y en una de las imágenes de un teléfono celular de unos de los manifestantes se lo ve a tres metros de Axel Kicillof.