Alcaraz estuvo a la altura del premio que otorgaba la final en la cancha central Arthur Ashe del complejo de Flushing Meadows y tras un buen inicio, supo sobreponerse a la solidez y la contundencia del noruego, de 23 años, levantando dos set points en contra en el tercer set para adjudicarse en el mismo el mismo ‘tie-break’ por un categórico 7-1.
La mentalidad del jovencísimo murciano en ese tercer segmento, según reseñó DPA, marcó un punto de quiebre en el partido, ya que a partir de allí disfrutó de un cuarto set que se adjudicó con holgura por 6-3 para transformarse en el sexto español en acceder al número 1 del mundo junto a sus compatriotas Arancha Sánchez Vicario, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero, Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza.
«Esto es algo que soñé desde que era un niño, ser el número uno del mundo y campeón de un ‘Grand Slam’. Trabajé muy duro para esto y ahora siento muchas emociones. Sólo tengo 19 años y por eso esto es algo realmente especial para mí», dijo Alcaraz ante el colmado estadio neoyorquino antes de recibir el trofeo de manos del histórico John McEnroe.
«Sabía, como siempre se dice, que las rondas finales de un ‘Grand Slam’ no son momentos para estar cansado, sino que hay que darlo todo en la cancha. Y en esos momentos siempre ayuda pensar y sentir el apoyo de mi familia, que vino a verme, aunque algunos se hayan tenido que quedar en España», confesó.
Y reconoció «el cariño recibido desde el primer día. La primera ronda fue increíble y probablemente este fue el público que generó el mejor ambiente que me tocó vivir en una cancha de tenis».
«Este es un momento súper especial para mi, que nunca voy a olvidar. Y debo reconocer a Ruud también, porque creía que él tenía más opciones de ganar por su nivel de juego especialmente desde el fondo de la cancha», cerró ante Eurosport el joven español.