Día tras día, son varios los participantes que ponen a prueba sus conocimientos para llevarse el millón de pesos que se entrega en Los 8 escalones del millón, el programa que conduce Guido Kaczka en las tardes de eltrece. Todas las tardes se conocen distintas historias, de personas que buscan acertar las preguntas, lograr el objetivo y llevarse el cheque. Sin embargo, los festejos pueden ser un poco accidentados. Una mujer ganó el ansiado premio, pero la emoción fue tal que terminó herida.
Responder a las preguntas del programa desde la comodidad de una casa es distinto a hacerlo en la televisión, ya que se está completamente expuesto, con las cámaras enfrente y una presión que aumenta segundo a segundo. A muchos los nervios le juegan una mala pasada, pero otros logran superarlos y dar todo de sí para ganar el juego.
El miércoles, Alina fue una de las ocho participantes que se paró frente a Carmen Barbieri, Walter Nelson, Luli Fernández, Sebastián “Coco” Carreño y Maru Duffard y se dispuso a darlo todo para ganar el millón. Comentó que era licenciada en Nutrición y que viajó varios kilómetros para competir, ya que vive en San Rafael, Mendoza.
Cuando Guido le preguntó qué haría si el cheque del millón terminaba en su poder, ella sostuvo que lo usaría para ayudar a su suegra, quien debe someterse a una importante operación. A medida que transcurrió la competencia, Alina subió escalón por escalón hasta que llegó a la pregunta final, a solo un paso de convertirse en la ganadora de la jornada. Todo fue tensión y nerviosismo hasta que se dieron vueltas las pantallas y las finalistas mostraron sus respuestas. Si bien ninguna acertó, el desarrollo del juego le permitió a la mendocina llevarse el premio, por haber hecho el mayor número de respuestas correctas durante la tarde.
La mujer no pudo contener la emoción y la felicidad y rompió en un llanto que reflejó todo el esfuerzo, los nervios y los kilómetros recorridos desde Mendoza hasta Buenos Aires. Pero el festejo fue tan efusivo que terminó con sangre, lo cual preocupó al conductor, quien rápidamente alertó sobre lo que sucedía con la participante.
“¡Ay, Alina! ¡Te mordiste el labio!”, le dijo preocupado Guido Kaczka. Al percatarse la participante se limpió como pudo la sangre visible. En medio de la emoción, la alegría y la lluvia de papeles metalizados, apretó con fuerza sus dientes contra sus labios reiteradas veces, lo que derivó en un corte en la boca que fue captado por las cámaras. Sin embargo, la lastimadura no impidió que festejara con el cheque en mano y saludara a sus compañeros.
“Ahora te damos manteca de cacao”, comentó el conductor, para ayudarla. Asimismo, remarcó todo el camino que debió recorrer la joven, y no se refirió solo a responder las preguntas: “Decidió venir a Buenos Aires con todo lo que eso debe haber implicado”. Ahora, Alina podrá volver a casa con algunos ceros bajo el brazo y, según anticipó, destinará el dinero a una operación que debe realizarse su suegra.