La Policía de Seguridad Aeroportuaria, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Aníbal Fernández, informó que no se encontraron explosivos en el vuelo AR1882 de Aerolíneas Argentinas, que había despegado de Aeroparque rumbo a Ushuaia y que debió aterrizar de emergencia en Comodoro Rivadavia.
Luego de haber examinado el equipaje, la bodega y la cabina de la aeronave, en un exhaustivo rastrillaje que estuvo coordinado por el Comité Operativo de Emergencia (del que participan todos los organismos aeroportuarios), se confirmó que los controles no arrojaron novedades respecto de la presencia de elementos explosivos.
La Unidad Operacional de la PSA de Comodoro Rivadavia había recibido la alerta a través de una comunicación de la Torre de control anticipando el arribo del mencionado vuelo, a partir de una amenaza de bomba telefónica que se hizo a través del 911 de la Ciudad de Buenos Aires, mientras el avión estaba en vuelo.
Un vez aterrizado en Comodoro Rivadavia, el avión fue dirigido a un sector remoto de la aeroestación donde se encontraban el Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) dependiente de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), oficiales de la PSA y personal de la brigada de explosivos de la Policía de Chubut, como parte del Plan de Contingencias Aeroportuarias.
Se desembarcó a toda la tripulación y pasajeros y se los guió hacia el hall de arribos del aeropuerto, mientras que personal de la brigada de explosivos se dirigió al avión para iniciar el rastrillaje sobre equipaje, bodega y cabina del mismo.
Toda la operatoria se realizó con la permanente comunicación con el juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°2 a cargo del juez Sebastián Ramos, quien interviene en la causa.