El descubrimiento de este lugar «facilita afirmar que al menos 8.000 personas murieron aquí», precisó Tomasz Jankowski, fiscal en el IPN. «Las víctimas enterradas en esta fosa probablemente fueron asesinadas alrededor de 1939 y pertenecían en su mayoría a las élites polacas», detalló, informó la agencia de noticias AFP.
Desde la invasión de Polonia en septiembre de 1939, el campo de concentración de Dzialdowo (Soldau, en alemán) sirvió de lugar de tránsito, encarcelación y exterminio de opositores políticos, miembros de las élites polacas y de judíos. Algunos cálculos precisaron que 30.000 presos murieron en Soldau, pero hasta ahora las fuentes históricas no pueden confirmarlo.
Este número se calcula gracias al peso de los restos. Dos kilos de cenizas corresponden aproximadamente a un cuerpo.
En 1944, se ordenó a presos judíos que exhumaran los cuerpos y les prendieran fuego, para borrar las huellas de los crímenes de guerra nazis.