La científica destacó que se trata de «una subvariante de las llamadas de segunda generación de Omicron» y tiene «secuencias limitadas que admiten ser analizadas. Pero esta subvariante parece tener pocas mutaciones en la proteína Spike y por supuesto tiene la llave del virus» para ingresar a la célula.
«Es temprano para saber si esta subvariante tiene propiedades para una invasión adicional inmune. Esto aún no lo conocemos, tenemos que esperar que es lo que diga el Comité de Científicos de la OMS, que está analizando todos los datos en todo el mundo», dijo.
Esta subvariante presenta nueve mutaciones inusuales en su proteína de espiga y se ha extendido a países de todo el mundo algo más rápido que otras variantes de este tipo.
Se encontró por primera vez en una secuencia tomada en la India a principios de junio y luego se la ha detectado en Australia, Canadá, Japón, Alemania, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos. En cuestión de semanas, la variante apareció en más de 80 secuencias de todo el mundo.
El número de mutaciones y su aparentemente rápida propagación por una amplia zona geográfica hacen que los científicos estén pendientes de ella.
Shay Fleishon, del Laboratorio Central de Virología del Centro Médico de Sheba, en Tel Hashomer, Israel, calificó a la nueva subvariante de «alarmante» y subrayó que, aunque es demasiado pronto para saber si será la «próxima variante dominante», podría implicar una tendencia futura.
Explicó en un hilo de Twitter explicó que en los últimos meses se ha observado una tendencia de variantes basadas en linajes de Omicron con mutaciones en la sección S1 de la proteína de la espiga y, concretamente, en la parte de la proteína de la espiga que el virus utiliza para conectarse y entrar en las células, a un nivel que no se había visto en las variantes de segunda generación.
Sin embargo, estas variantes de segunda generación sólo se habían encontrado en unos pocos casos dentro de una región. Esta es la primera vez que una variante de segunda generación de Omicron se extiende a múltiples regiones.
Los científicos coincidieron que se necesita más información antes de saber qué importancia tendrá la BA.2.75, y se espera que en las próximas semanas se sepa si puede competir con la BA.5 o no.