En resguardo de la salud de la población, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) evitó la comercialización de 18.648 kilos de merluza que no cumplía con los parámetros organolépticos y de calidad para consumo humano, en Comodoro Rivadavia.
Tras conocer los resultados no satisfactorios a los análisis físicos, químicos y organolépticos -realizados por el Laboratorio Regional del Senasa en Comodoro Rivadavia-, que determinaron que no podía ser destinada a la alimentación de la población, agentes la Coordinación Regional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Patagonia Sur del organismo decomisaron y enviaron a desnaturalizar la mercadería que se encontraba en un establecimiento frigorífico.
A tal fin se confeccionaron las actas correspondientes y se desnaturalizó la mercadería para ser enviada como destino final a relleno sanitario señalado por el municipio comodorense.
Las propiedades organolépticas son las características físicas que pueden percibirse por los distintos sentidos, como el sabor, el olor, la textura y el color. Un análisis organoléptico es una valoración cualitativa que se realiza sobre un producto (principalmente alimento o bebida) basada exclusivamente en la valoración de los sentidos, para determinar si un alimento es fresco o está en mal estado.
El análisis físico y químico mide la concentración de nitrógeno básico volátil y formación de aminas biógenas resultantes del proceso de descomposición del pescado. Cuando un producto supera los valores establecidos para la determinación de la aptitud de un alimento, el mismo no es apto para ser consumido y por lo tanto, no puede autorizarse su comercialización con ese fin.
El Senasa realiza este tipo de controles con la finalidad de resguardar la inocuidad de los alimentos que consume la población, proteger a los productores responsables; salvaguardar la sanidad animal y preservar el medio ambiente.