El robo se cometió en 2019, cuando tres ladrones entraron a la casa de un joven, lo ataron y le desvalijaron la casa. Los agresores escaparon, pero uno de ellos dejó un rastro: su huella digital quedó estampada en la cinta de embalar que usó para atarlo.
La Fiscalía logró identificar esa huella: Se trataba de Javier Eduardo Portillo (40), oriundo de Trelew y con antecedentes. Y a partir de la investigación, también se logró identificar a sus cómplices, Paulo José Silva y Lucas Monroy. El fiscal Jorge Bugueño, a cargo de la causa, los acusó por “robo agravado” y los imputados reconocieron su culpabilidad.
El día de ayer se efectuó la lectura de la resolución judicial de la jueza Stella Eizmendi, quien homologó el juicio abreviado donde Portillo fue condenado a tres años de prisión de efectivo cumplimiento. Silva recibió la misma pena de efectivo cumplimiento, pero además fue declarado reincidente, por lo cual no podrá acceder a la libertad condicional. Por su parte, Monroy ya había sido condenado previamente y además le pagó a la víctima una indemnización de 100 mil pesos.