La inflación de marzo fue de 6,7%, la más alta en 20 años, y acumuló en el primer trimestre un aumento del 16,1%, mientras que la variación interanual trepó a 55,1%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La escalada de precios del mes pasado superó todas las mediciones desde abril de 2002 cuando a la salida de la convertibilidad se había producido un pico de 10,2% en abril de 2002. Incluso equiparó el pico de 6,7% que había dado el IPC Congreso en abril de 2016, cuando aún el INDEC estaba en período de normalización.
Con ese porcentaje, la inflación del primer trimestre del año superó el 16%, el nivel más alto para ese período desde 1991.
La región patagónica fue la que tuvo el mayor porcentaje de incremento de precios del país, con un 74% de inflación.
La inflación núcleo, que elimina precios regulados y estacionales, llegó a 6,4%. El capítulo de Alimentos y bebidas, el que más pesa en el índice de precios al consumidor (IPC) del Indec avanzó un 7,2%.
El ministro Martín Guzmán anticipó esta semana que la inflación de marzo «será superior al 6%» y reclamó «apoyo político» para bajarla. «La inflación se ataca con política macroeconómica y acá se necesitan dos cuestiones: un programa económico que ya lo tenemos y apoyo político», enfatizó el funcionario.
Por su parte, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, había anticipado que el índice de marzo «va a dar mal».
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó 3,9% en enero y 4,7% en febrero y complica las proyecciones del Gobierno, que acordó con el FMI una inflación de entre el 38% y el 48% para este año.
El Banco Central, a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), estimó recientemente que la suba de precios trepará al 59,2% este año.
En este marco, desde el sector privado también anticiparon que la inflación del tercer mes del año será muy elevada: el Índice Estadístico de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) estimó que se disparó al 6,8%, impulsada por los precios de los alimentos, que crecieron hasta 9%.
El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano proyectó un aumento del 6,1%, atribuible al impacto de los aumentos en los combustibles, las tarifas, las prepagas y la educación, que estaban previstos.
La consultora Eco Go vaticinó que la suba de precios estará en el 5,5%, fogoneada por vivienda, educación y salud.
Según Focus Market, la inflación tendrá un piso del 5% para el tercer mes del año, mientras que los capítulos de Transporte, Educación, Salud, Alimentos y Bebidas y Vivienda subirán por encima del indicador general.
Orlando Ferreres fue el más optimista: según su pronóstico, la inflación de marzo cerró en 4,7%, presionada por la suba de alimentos.