El Gerente de Energía de la Cooperativa Eléctrica de Trelew, Ingeniero Alfredo Montes, recomendó a los usuarios no negociar con «individuos inescrupulosos» que ofrecen fraguar los medidores eléctricos para que marquen un consumo inferior al real, y advirtió que aceptar un «arreglo» de esa naturaleza constituye un delito que derivará en una denuncia penal y un cobro retroactivo de dos años de la energía supuestamente no suministrada.
El profesional hizo esta advertencia en el marco de una entrevista en la que se abordaron dos temas preocupantes, como el vandalismo y el robo de cables, que afectan considerablemente a la prestadora de servicios públicos.
Alto riesgo y bajas ganancias
El respecto señaló que «hay dos fenómenos. Un fenómeno de robo y otro de vandalismo, que siempre existieron, pero que ahora ha cambiado la frecuencia o la intensidad. El fenómeno del robo lo vivimos con bastante intensidad en el año 2002, porque hay una relación bastante directa con las situaciones de crisis y hasta con la situación del dólar y el precio de los commodities, aunque parezca mentira, ya que acá lo que se busca es conseguir cobre».
«Si bien el beneficio que se logra es muy bajo, porque lo que se puede reducir del cobre son migajas, el daño es muy grande», dijo, puntualizando que «en estos dos últimos años hemos vivido esto con mayor intensidad y con una mecánica distinta, porque antes se trataba de oportunismo. Se buscaba cortar cables en la zona rural donde había cobre, que ahora fue reemplazado por aluminio, pero ahora estamos viendo que el objetivo son los transformadores, que es mucho más grave, porque más allá de la pérdida material, implica un riesgo para quien perpetra el robo».
En ese sentido precisó que «en este último año y medio hemos tenido once transformadores atacados. Se tira el transformador, se produce el cortocircuito, se destruye y se extrae el cobre del bobinado interno. Para venderlo a un precio irrisorio, ya que de un transformador no se sacan más de 10 o 20 mil pesos».
Montes insistió en que «es un riesgo muy alto y una ganancia exigua, con un perjuicio muy alto para la Cooperativa, por lo tanto para la ciudad, porque cuando hablo de la Cooperativa estoy hablando de un perjuicio para los asociados, ya que un transformador cuesta hoy entre 2 mil y cinco mil dólares según la potencia, y hay que reponerlo».
Respecto de la coincidencia de la ola de robos de esta naturaleza con las épocas de crisis, Montes explicó que en busca de frenar su avance hubo reuniones con concejales y con la policía en procura de atacar el problema por el lado de quienes reducen este tipo de material, ya que en Buenos Aires se vivió en el 2002 un proceso similar que obligó a dictar una ley para controlar la comercialización. «Los concejales de Trelew tienen ese antecedente y esperamos que avancen en una legislación específica para controlar a quienes compran, porque es un material que no se vende en el mercado», indicó.
Añadió que «en la provincia de Buenos Aires, en el 2002 ante la aparición de este fenómeno desarrolló una legislación. Yo tomé ese modelo y armé algo que seguramente los concejales trabajarán para darle forma definitiva».
Señaló que si bien, por lo general, los vecinos hacen las veces de custodios y avisan cuando detectan un hecho así, no es suficiente, «ya que tenemos en Trelew alrededor de 600 transformadores y hay algunos que están en zona de chacras o no pobladas. Además los ataques se producen de noche y generalmente en zonas periféricas con poca iluminación».
Reiteró más adelante que «el beneficio es muy bajo y el riesgo demasiado alto. Tuvimos un hecho en Trelew de un chico que perdió un brazo porque se electrocutó, hubo electrocutados faciales y está el caso de Comodoro en el que un hombre perdió también un brazo».
Actos de vandalismo
Se refirió luego a los actos de vandalismo, diferenciando aquellos que ocurren esporádicamente por «picardías de chicos» con los que se dan «en forma sistémica» como el registrado reiteradamente en el barrio Los Pensamientos, donde «rastreando los antecedentes observamos que allí cambiamos 25 luminarias. El jueves hubo reclamos por el alumbrado y el jefe operativo me mostró los antecedentes. Hace un año y medio se cambiaron 12 lámparas y hace unos seis meses ante un reclamo pensamos en no reponerlas, pero el propio presidente del Consejo de Administración nos dijo que coloquemos las luminarias. Colocamos 20 luminarias nuevas que nuevamente fueron vandalizadas».
«Entonces cuál es la reacción nuestra… ¿Vamos a reponer las luminarias para que vuelvan a vandalizarlas?, planteó, asegurando que «en el barrio Los Pensamientos el nivel de vandalismo es insólito, y no sabemos a qué responde, porque es muy concentrado y reiterado. La relación costo-beneficio quizá no justifique la reposición, porque por ahí una deja de instalar o reemplazar luminarias en otro barrio donde la gente lo necesita, mientras que allí las destruyen».
Personajes inescrupulosos
En otro orden, el profesional mencionó la existencia de «algunos inescrupulosos que están ofreciendo sus servicios para fraguar los medidores eléctricos».
«Eso –advirtió- ya ocurrió y lo hemos detectado nuevamente. Estamos en el tema y quiero poner en alerta a los usuarios para que no acepte ningún arreglo de esa naturaleza porque no va a lograr ningún beneficio y se trata de un delito, por lo que detectado el caso va a tener una denuncia penal y el contrato nos habilita para cobrar un retroactivo de dos años. Es decir que le va a salir más caro el collar que el perro».
«La oferta está generalizándose y ya hemos detectado algunos casos, pero vamos a hacer auditorías específicas, por lo que recomendamos a los usuarios que no acepten tratos de esta naturaleza, y si lo hicieron que se retrotraiga la situación porque si lo detectamos va a haber una denuncia penal y un cobro retroactivo de esa energía no registrada de hasta dos años», concluyó.