El primer momento emotivo fue en el inicio, con la salida de Delpo bajo una ovación. Y luego, cuando se acercaba el final del juego, volvió a quebrarse con la complicidad del público; y esta vez, estuvo casi cinco minutos llorando hasta que se recompuso y disputó su último game.
El verdugo de Del Potro, vaya paradoja, fue Delbonis, uno de sus mejores amigos en el circuito, quien fue tratado como un extranjero durante todo el partido, pero ovacionado al final con el «dale campeón» por aquél histórico partido que ganó en la Davis, el del 3-2 sobre Croacia en Zagreb que le dio el título a la Argentina.
Delbonis jugará su próximo partido en los octavos de final ante el español Pablo Andújar (73), quien previamente le ganó al cordobés Juan Ignacio Lóndero (130) por 6-2 y 6-4.
El Argentina Open se juega sobre superficie de polvo de ladrillo y repartirá premios por 686.700 dólares.