El homicidio cometido en mayo de 2019 comenzará a juzgarse el próximo jueves en los Tribunales de Puerto Madryn. Néstor Antonio Rojas, “El Ñoño”, de 25 años, está acusado por la muerte de Lorenzo González, un jubilado de 72 años que fue apuñalado en su casa después de robarle una billetera con mil pesos. Fue identificado por una huella digital que dejó en el vidrio de una ventana.
Rojas tiene antecedentes. Poco antes del crimen del jubilado había recuperado la libertad tras cumplir una condena por un intento de homicidio. Y después de ser detenido se fugó del servicio de Salud Mental del Hospital Isola tras pedir ir al baño y huir por una ventana.
El Tribunal está integrado por Stella Eizmendi, Patricia Reyes y Horacio Yangüela. La acusación del fiscal Jorge Bugueño es por “homicidio en ocasión de robo”.
El robo ocurrió en la madrugada del 2 de mayo, cuando el ladrón ingresó en el domicilio de una pareja de jubilados tras romper una ventana. Al verse cara a cara con ellos, pese a que le entregaron la billetera, apuñaló a Lorenzo González y huyó. Pero no imaginó que en esa ventana rota iba a quedar plasmada su identidad y que finalmente iba a ser apresado.
De 72 años, González estaba junto a su mujer en su domicilio, ubicado sobre calle Troperos Patagónicos, y escucharon que se rompían los vidrios de la ventana de una de las habitaciones. Fueron a la pieza y vieron a una persona dentro de su casa.
Lorenzo le dijo que se tranquilizara, que le iba a entregar la billetera. Pero el delincuente le respondió: “¿Qué pará? Llamá a la ambulancia que te voy a dar un puntazo”. El jubilado le entregó la billetera con mil pesos, pero el agresor lo apuñaló en el abdomen y huyó. La víctima fue trasladada al hospital, donde quedó internada varios días, pero falleció producto de la herida.
El relevamiento realizado por la Policía Científica permitió levantar un rastro digital sobre los vidrios de la ventana que el atacante rompió para ingresar al domicilio. También se levantaron dos pisadas de calzado, frente al domicilio y dentro del dormitorio. La mujer, testigo del hecho, realizó un identikit con detalles de la fisonomía y características del agresor. Era similar al “Ñoño” Rojas, quien había salido en libertad semanas atrás.
A los pocos días, un particular halló la billetera y documentación perteneciente a la víctima a pocas cuadras de la casa de Rojas. Las sospechas se confirmaron finalmente con el resultado del peritaje de huellas digitales.
Rojas fue detenido en agosto, tres meses después del crimen, en un operativo realizado en el barrio 21 de enero de Puerto Madryn. Vivía a pocas cuadras de la pareja de jubilados
Rojas había cumplido una condena por intento de homicidio y recuperó la libertad el 10 de abril, un mes antes del crimen. Ya estando en prisión preventiva se fugó del servicio de Salud Mental del Hospital Isola tras pedir ir al baño y huir por una ventana. Finalmente, fue recapturado y llega al juicio detenido. En caso de ser condenado, lo espera una pena de hasta 25 años tras las rejas.