El VIH destruye los linfocitos CD4, glóbulos blancos que protegen a las personas frente a las infecciones, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera “enfermedad avanzada” un número menor de 350 linfocitos por cada milímetro cúbico de sangre.
El promedio habitual para alcanzar ese umbral es de 36 meses desde el diagnóstico, pero los hombres infectados con la variante VB alcanzarían esta situación solo nueve meses después del diagnóstico, en ausencia de tratamiento.
De acuerdo al equipo científico, la variante surgió en Ámsterdam en la década de 1990, justo antes de la llegada de los tratamientos más eficaces contra el VIH en los Países Bajos, uno de los países con una mayor disponibilidad de las terapias antirretrovirales, lo que habría evitado una mayor expansión de esta variante.