La decisión se fundamenta en la postura antivacuna que ha tomado el mejor tenista del mundo, campeón en 20 certámenes Grand Slam a lo largo de su carrera, lo que le impediría pisar suelo australiano “por los próximos tres años”, si se comprueba que el serbio mintió en su declaración jurada de ingreso al país, el pasado miércoles 5.
El Ministro de Inmigración, Alex Hawke, resolvió retirarle el visado a Djokovic, luego de la postura tomada por el juez de Tribunal Federal de Circuito y Familia, Anthony Kelly, quien hizo lugar a la apelación y revocó la decisión gubernamental.
El tenista tendrá una nueva audiencia, la definitiva, con el juez Kelly mañana a las 19 de Argentina (9 del domingo en Australia), en donde se sabrá si podrá continuar o no en territorio australiano.
Días atrás, el citado magistrado ordenó a los componentes de la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF, según sus siglas en inglés), que liberen al tenista, al considerar que incurrieron en un comportamiento “irrazonable”, cuando cancelaron su visado por primera vez.
De acuerdo a lo publicado por la cadena CNN, las leyes australianas actuales hablan de que “todas las personas que arriban a territorio local deben vacunarse contra el coronavirus –algo que no hizo Djokovic-, a menos que tengan una exención médica”, dijo.
El serbio argumentó que podía ingresar al país porque el gobierno del estado de Victoria le había otorgado “una exención”, debido a que se había contagiado la enfermedad en diciembre pasado.
Sin embargo, el Gobierno Federal consideró que la infección previa con Covid-19 “no es razón válida para una exención”. Durante la primera detención, Djokovic pasó algunas noches en un hotel de Melbourne, que también alberga a distintos refugiados.
Los abogados del tenista impugnaron la resolución y ganaron la apelación el martes último, pero desde entonces surgieron dudas sobre el comportamiento de Djokovic, luego de dar resultado positivo de coronavirus el pasado 16 de diciembre.
En un comunicado publicado en las redes sociales días atrás, Djokovic reconoció “no haberse aislado” después de recibir un diagnóstico positivo, pero negó saber que tenía el virus cuando asistió a eventos públicos.
Independientemente de lo que ocurra, la organización del Abierto de tenis de Australia efectuó el pertinente sorteo del cuadro principal del certamen y ubicó al número 1 del mundo como máximo favorito, teniendo que medirse en la primera ronda con su compatriota Miomir Kecmanovic (78).