Luego de eso, el herido fue trasladado en ambulancia hacia el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde le sacaron el fierro y pudieron curarlo.
“Llego gente de rescate con una de esas motosierras que cortan los árboles, no era una amoladora. Me avisaron ‘flaco esto va a vibrar y te va a doler hasta el alma’ y así fue. El dolor que sentí no se puede describir, me ponían morfina y no me hacía nada. Tenía mucho frío y taquicardia”, relató.
UN AFORTUADO
- “Yo a la sombrilla la vi a 30 ó 40 metros. La vi allá lejos, en ningún momento pensé que iba a llegar a donde estaba yo, era mucha distancia. Hoy con el diario del lunes creo que el gran aprendizaje que yo tengo es que, cuando se te pasa por adelante una situación que puede poner en peligro tu vida, todo lo demás es secundario”, manifestó.
- “Yo fui atrás de una gorra y no puse la vista fija en la sombrilla que venía haciendo trompos por la arena y que en ningún momento creí que iba a llegar hasta mí”.
- “Una de las primeras reflexiones que tuve durante todo ese vértigo fue que me pasó a mí, pero atrás mío había unas nenas. Me quedé con la sensación de que me tocó a mí, pero le podría haber tocado a ellas”.
- “Creo que lo mejor que puedo hacer ahora es hacer que la gente tome conciencia y tome precauciones con las sombrillas”.
- “Fue una tragedia y en una tragedia no hay tanta responsabilidad, las tragedias pasan”.
- “Pienso que soy muy afortunado. Estoy muy feliz por la gente que me rodea y por el cariño que me transmiten. Ahora a disfrutar”.
- “Cumplimos un año así. Esa es la anécdota que nos queda de nuestro primer aniversario».