El número uno de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, anunció la puesta en funcionamiento de una nueva planta en la ciudad de Puerto Madryn y la creación de 600 puestos de trabajo, de la mano de «un compromiso de fuerte inversión en matriz energética», luego de un acuerdo con el Gobierno nacional para potenciar la actividad en la fabricación de aluminio.
El anuncio, informó la agencia oficial Télam, forma parte de un compromiso de la empresa de aumentar en 106.000 toneladas su producción de aluminio y el incremento de u$s 250 millones de exportación, que fue presentado en una conferencia de prensa en Casa Rosada, de la que también participaron el Secretario de Energía, Darío Martínez, y el Ministro de Desarrolo Productivo, Matías Kulfas, tras una reunión con el Presidente, Alberto Fernández.
Fue el segundo día consecutivo que Madanes asistió a Balcarce 50. El martes, había sido uno de los empresarios que almorzó con el mandatario en el Salón Eva Perón de la Casa de Gobierno.
La noticia se supo en un contexto en el que el aluminio atraviesa su mejor momento de precios desde 2008, impulsado por los aumentos en los costos de la energía y las materias primas utilizadas para la fabricación del metal, así como los recortes de producción de China, informó la agencia Reuters esta semana.
Esta semana, la tonelada de aluminio se mantuvo por encima de los u$s 3050. Acumula más de 50% de crecimiento desde que comenzó el año. Los analistas esperan un precio en alza hacia fin de año, a una franja entre u$s 3300 y u$s 3400. A una tendencia ya creciente en el primer semestre, el precio tuvo un envión adicional en septiembre, luego del golpe de Estado en Guinea, segundo mayor productor mundial de bauxita, principal mineral que se utiliza para elaborar aluminio.
Sin embargo, la perspectivas de Aluar sobre la industria ya eran positivas previo a ese acontecimiento. «El consumo mundial del metal ha mostrado un importante crecimiento en los meses recientes y se espera que la tendencia continúe durante el corriente año, en la medida en que se vayan recuperando las actividades afectadas por la pandemia», observó la empresa en su balance anual cerrado el 30 de junio.
En el último ejercicio, Aluar facturó $ 84.728 millones (contra $ 95.241 millones de un año antes) y ganó $ 4641,6 millones (había perdido $ 5082 millones a junio de 2020). Unos $ 3400 millones de sus ingresos del balance 2021 fueron por su negocio de generación eléctrica, tanto de parques eólicos como, principalmente, de la central hidroeléctrica Futaleufú. Sus exportaciones sumaron u$s 460 millones.
Como consecuencia de la pandemia, la producción de la planta de aluminio primario de Aluar en Puerto Madryn trabajó a una media del 68,32% de su capacidad instalada. Su producción de aluminio líquido ascendió a 305.683 toneladas, 82.599 menos que en el ejercicio previo. En lo que respecta a la solidificación, se alcanzó un total de 287.051 toneladas, un recorte del 23,7 por ciento.
En ventas, las exportaciones cayeron 40,1%, a 209.404 toneladas. Los despachos al mercado interno crecieron 51,3%, a 97.096 toneladas. Por su parte, la producción total de su división de elaborados fue de 18.879 toneladas, un crecimiento del 64,1%. Las ventas domésticas subieron 56,7%, a 17.773 toneladas, y las externas lo hicieron 66,6%, a 638 toneladas.
Aluar registró un incremento de demanda, en particular, a partir del primer trimestre de este año. «Hoy, tenemos déficit de producto. Si pudiésemos levantar la producción el 30% o 40% que falta (por restricciones derivadas del Covid), la tendríamos colocada con mucha facilidad», había comentado Madanes Quintanilla en una entrevista que El Cronista publicó en marzo. «No necesitamos que haya grandes operaciones comerciales. Actualmente, existe un problema de oferta, no de demanda en el mundo. Al menos, en este sector», explicaba.
Aluar llegó a junio operando al 75% de su capacidad. Sin embargo, además del límite impuesto por los protocolos de pandemia, había otros factores que le impedían avanzar con sus planes de incremento de producción. El principal, el precio que paga por la energía. Aluar es una industria ultra-electrointensiva. Por lo cual, entiende su management, no está en condiciones de pagar las tarifas habituales de mercado.
Por ese motivo, mantenía desde principios de año deliberaciones con la Secretaría de Energía, en torno al precio que debía pagar la empresa por la electricidad que consume. Una negociación en la que, a los contratos fundacionales de Futaleufú -que, hace medio siglo, establecieron que el suministro de energía hidroeléctrica tenía por finalidad la existencia de la planta de aluminio-, se sumó la discusión por la reparación de 60 torres de alta tensión que se cayeron en la red de suministro al complejo de Madryn.
Cuestiones que estuvieron sobre la mesa en los diálogos que condujeron al acuerdo anunciado por Madanes, Kulfas y Martínez.
Celebramos los anuncios de Aluar, que amplía capacidad de producción en 106 mil toneladas de aluminio, brindando 600 nuevas fuentes de trabajo para #Madryn, y seguimos apostando al compromiso conjunto del sector público y privado, para obtener mejores resultados #Chubut pic.twitter.com/f7clkdw0qG
— Ricardo Sastre (@ric_sastre) October 13, 2021