Según había trascendido esta semana, la población objetivo son los trabajadores que circunstancialmente se encuentran desocupados y que no cuentan con ningún ingreso, pero sí con al menos 30 años de aportes a la seguridad social.
En el proyecto que analiza el Gobierno todavía no está definido cuál sería el porcentaje que cobrarían los beneficiarios: van desde el 50 por ciento del monto que les corresponda al 80 por ciento, que se completaría al 100 por ciento cuando alcancen la edad jubilatoria actual, de 60 años para las mujeres y 65 para los varones.