Luego de la reunión de casi tres horas que mantuvieron en la Quinta de Olivos el martes por la noche Fernández y Cristina Kirchner para analizar el resultado de las PASO y los pasos a seguir, una decena de funcionarios nacionales de extracción kirchnerista pusieron su renuncia a disposición del mandatario.
En tanto la tercera pata de peso dentro del Frente de Todos, el massismo, se reunió ayer para definir qué posición tomarían frente a la interna.
Fernández en tanto rompió el silencio este jueves y apostó por mantener la unidad de la coalición gobernante. Aseguró que el Gobierno «debe escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda responsabilidad. Debemos hacerlo, y lo haremos, para asegurar que se satisfagan las necesidades de nuestro pueblo».
Y llamó a honrar «el compromiso asumido en diciembre de 2019, de cara a la sociedad. No es este el tiempo de plantear disputas que nos desvíen de ese camino. Nuestro mayor desafío es continuar el proceso de reactivación ya iniciado, promover el empleo y garantizar la educación y la salud de nuestro pueblo. En cada acción que llevemos adelante, en cada decisión, ese debe ser nuestro norte».
Trató de reencauzar el debate político que debería ocupar a los argentinos: «Hay dos modelos de país en pugna que se debaten en estas elecciones: el que descree del trabajo y la producción y sólo promueve la especulación financiera y el que cree que con una producción pujante recuperaremos la dignidad del trabajo para todos y todas».
Y concluyó: «He oído a mi pueblo. La altisonancia y la prepotencia no anidan en mi. La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido. Lo haré llamando siempre al encuentro entre los argentinos. Mientras lo haga seguiré garantizando la unidad del Frente de Todos a partir del respeto que nos debemos. Es tiempo de que nuestra única obsesión sea promover la prosperidad de los hombres y mujeres de nuestra Patria».
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