Por su parte, el tatuador profesional Gabriele Pellerone compartió fotos de su trabajo en las redes sociales donde se mostró sorprendido de que el código QR funcionara: “Parecía una broma”, comentó.
El tatuador describió el tatuaje como “una forma irónica de recordar un período de total confusión, un momento que será imborrable para siempre, tanto para mí como para él”.
A través de sus redes sociales, Andrea Colonnetta se refirió a su tatuaje como un “experimento social exitoso»: “Incluso un pequeño gesto como el de tatuarse un simple código QR ha logrado dividir la opinión social. De los comentarios que hemos recibido se pueden entender muchas cosas sobre la sociedad actual”, analizó el joven desde Italia.
Y llamó a reflexionar: “Dejo a cada uno de ustedes la libre interpretación de este mensaje. Me limito simplemente a decir que la libertad no se ve desde lo que podemos o no podemos hacer, desde lo que nos hemos tatuado en el cuerpo o no; Más bien desde nuestra forma de hacer pensar y aceptar lo diferente, lo fuera de lo común!”.
El pasaporte sanitario es obligatorio en Italia desde el 6 de agosto para poder entrar a cines, museos, practicar deportes en lugares cerrados y comer en el interior de un restaurante.
El código QR posee información sobre si la persona está vacunada, recuperada del coronavirus o si tuvo un resultado negativo en el test Covid-19 en las últimas 48 horas.