Orellana protagonizó los dos hurtos en la ciudad de Rawson, uno de ellos agravado porque escaló un paredón para alzarse con elementos de albañilería. En ambos casos fue detenido por la policía de manera infraganti. Al no tener otros antecedentes policiales, y con el acuerdo de las víctimas, abonó un monto de 4.500 pesos. Tenía también la alternativa de entregar pack de leche por esa suma de pesos, pero prefirió entregar el dinero.
El sistema judicial del Chubut tiene previsto para determinados casos la aplicación de la llamada “solución alternativa del conflicto” en el que las voluntades de conciliar por parte de victimarios y víctimas, es determinante.
En esta oportunidad los vecinos Morón y Sanabria fueron las víctimas a los que Orellana intentó robarles elementos de albañilería. A través del Ministerio Público Fiscal representado por el procurador fiscal Leonardo Cheuqueán, y del defensor Pablo Sánchez, en la misma audiencia y ante la jueza María Tolomei, Orellana hizo entrega del dinero.
De esta manera fue sobreseído y ya no tiene deudas con la Justicia.
QUÉ ES LA «CONCILIACIÓN»
La aplicación de soluciones alternativas está incluida en lo que se denomina “justicia restaurativa”, como una forma más evolucionada de ver el proceso penal en relación a la tradicional justicia punitiva. En la conciliación, el ofendido y el ofensor se someten de manera voluntaria en procura de una solución del conflicto y del restablecimiento de las relaciones humanas. En este proceso tiene relevancia el interés de la víctima.
En contraposición, en el “sistema de justicia punitivo”, una vez ocurrido el conflicto, el Estado se apropia del mismo, en busca de la aplicación de una pena, que muy probablemente poco tenga que ver con el interés real de la víctima. Además es muy probable que profundice aún más el conflicto.
DISCULPAS Y DEVOLUCIÓN DEL DINERO
Por ejemplo aquella persona que hubiere sufrido lesiones a raíz de una agresión seguramente estará mucho más interesado en recibir un pedido de disculpas y la promesa de que eso no va a volver a pasar, que en participar de un proceso penal tradicional, con declaraciones e imputaciones, que en el mejor de los casos termine en una condena en suspenso para el agresor, y la incertidumbre de la víctima respecto de que va a pasar cuando se encuentre nuevamente con aquel.
La “conciliación” engloba desde un pedido de disculpas a un compromiso de no agresión, procurando la paz social, siempre buscando satisfacer el interés de la víctima.
Por su parte la “reparación” implica reparar el daño que pueda haberse generado, que van desde un daño material, devolución del dinero robado, hasta hacerse cargo de los gastos médicos que tuvo la víctima como producto de una lesión. En el caso de delitos contra bienes del Estado, se propone reparar mediante la compra de elementos que necesite alguna institución pública del lugar, como puede ser necesidades de un hospital, comisaría o una escuela.