«Encontramos otros cuatro cuerpos entre los escombros, así como restos humanos», dijo la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en una conferencia de prensa, sin dar cuenta de cambios en el número de desaparecidos, que a última hora del sábado se ubicaba en 156.
Ninguna de las nuevas víctimas mortales fue identificada, pero Levine Cava, dijo que se está «haciendo todo lo posible» para hacerlo cuanto antes, según publicó el diario Miami Herald.
Levine Cava le dijo a ese periódico que tienen «conversaciones muy francas» con las familias, «ciertamente saben que estamos encontrando restos e incluso que estamos encontrando partes de cuerpos, así que se están preparando para eso».
En tanto, rescatistas israelíes y mexicanos trabajaban contra reloj junto a sus colegas estadounidenses para encontrar sobrevivientes de esta catástrofe.
La búsqueda se realiza sin descanso día y noche, con dos grandes grúas para retirar cuidadosamente los escombros mientras los rescatistas patrullan con perros entrenados las ruinas del edificio colapsado en Surfside, cerca de Miami Beach.
«Se están haciendo progresos. Tenemos abundantes equipos de rescate en el lugar», dijo hoy el alcalde de Surfside, Charles Burkett, a la cadena ABC, al señalar que un grupo de México ya está operando.
«No nos faltan recursos, nos falta suerte. Necesitamos más suerte», dijo.
Un equipo de 10 expertos israelíes llegó este domingo para apoyar a sus colegas estadounidenses.
«Este es uno de los mejores equipos de rescate, si no el mejor y más experimentado», dijo Nachman Shai, ministro israelí para asuntos de la diáspora judía, al llegar al lugar, citado por la agencia AFP.
Muchos miembros de la comunidad judía de Surfside se encuentran entre los afectados por el siniestro ocurrido en la madrugada del jueves, e Israel se comprometió a ayudar.
En Surfside hay unos 2.500 judíos -aproximadamente la mitad de la población- y muchos de ellos son miembros del movimiento jasídico Jabad-Lubavitch, según medios de comunicación israelíes.
Aunque las autoridades no han determinado el motivo del derrumbe, lo que podría tardar meses, un informe de 2018 sobre el estado del edificio dio cuenta de «daños estructurales importantes» y «grietas» en el sótano.