Ezequiel “El niño Terrible” Matthysse es sin dudas una de las esperanzas del boxeo chubutense. Con 23 años, el joven púgil de Trelew ya supo ser campeón amateur del Consejo Mundial de Boxeo y de la Asociación de Managers y Boxeadores Argentinos Profesional y Amateurs (AMBAPA).
Hoy se encuentra radicado en la provincia de Córdoba, ya cuenta con cuatro peleas en el profesionalismo y busca seguir estableciéndose.
El sobrino de Lucas, reconocido ex campeón del mundo welter de la AMB e hijo del Walter “El Terrible” Matthysse, en conversación con Chubut Deportes, habló de su presente, describió las sensaciones de aquel debut, las peleas posteriores y lo que viene en su carrera deportiva.
-Ezequiel, hoy ya tenés cuatro peleas como profesional, pero yendo por etapas, ¿qué recordás de tu debut el año pasado?
-Una de las cosas más lindas que me pasaron en la vida fue mi debut profesional. Lo esperé por casi dos años. Se hablaba mucho. Que estaba la fecha y después que no, que debía seguir peleando como amateur. Cuando finalmente me confirmaron la fecha se declaró la pandemia y tuve que seguir entrenando durante casi todo el año en casa y sin pelear. Por suerte después tuve la oportunidad de firmar contrato con Sampson Boxing y fue algo que me motivó mucho para seguir metiéndole. Por suerte en noviembre del año pasado llegó el día del debut e imagina lo que fue para mí. Lo que más recuerdo es la entrada al ring, cuando me llama el de la cámara de TyC Sports, empieza a sonar mi canción con las luces y el humo, fue un momento único. Viéndolo por televisión no se notaba pero estaba al borde del llanto, pero de la emoción. Estaba cumpliendo un sueño, el de convertirme finalmente en profesional.
-¿Y como fue esa primera pelea?
-Fue tranquila. Gané por nocaut en el primer round y el momento que me anuncian como ganador también fue un momento muy lindo, una sensación inolvidable.
-Tu segunda presentación se dio una semana después, pero fue totalmente distinta. ¿Qué pasó?
-Para la segunda pelea me tocaron vivir un par de cosas malas esa semana. Fue la peor pelea de mi vida. Salí a pelear enojado, por una situación personal que estaba atravesando. Eso me hizo salir mal, desconcentrado e hice cualquier cosa. Solo quería ganar la pelea rápido por nocaut para agarrar mis cosas y volverme a mi casa a solucionar un inconveniente que tenía. Esa desconcentración me llevó a cometer un error técnico grave que me costó el nocaut. Fue duro pero de todo se aprende.
-A partir de ahí te obligaron a parar un tiempo…
-Sí, tuve que descansar dos meses obligado por el nocaut. Pero ese tiempo me sirvió para replantearme muchas cosas sobre mi equipo, mi carrera y mi vida. Dos meses después mi manager me recomendó radicarme en Córdoba y entrar junto a César Coronel. Ya llevo tres meses acá y pude sumar dos peleas más las cuales gané por puntos. Lo positivo es que acá hay muchos sparrings profesionales que están a mi nivel para entrenar. En Trelew trabajaba muy bien la parte física, pero me faltaban sparrings. Trabajaba con uno o dos y acá son más de diez y eso obviamente me ayuda a foguearme y llegar bien a las peleas.
-Después del nocaut, ¿fue difícil volver?
-Si fue difícil. Físicamente estaba diez puntos, pero la parte mental es lo complicado. Tuve que lidiar con muchas cosas en el día a día y a veces la mente te juega en contra. Me sentía muy bien para pelear, pero a veces recordaba algunas cosas. Encima esa tercera pelea fue en el mismo recinto donde tuve el nocaut en contra asique obviamente imaginaba cosas. Hasta estaba la camilla con la que me habían llevado al hospital la vez anterior, pero rápidamente cambié el chip y me dije a mi mismo que ahora las cosas serían distintas y así fueron. Pude pelear tranquilo y hacer todo lo que habíamos trabajando con mi entrenador, salió bien y me sirvió muchísimo para demostrarme a mí mismo que si puedo boxear y que puedo seguir por mis sueños.
-¿Y cómo se dio la pelea del último viernes?
-Para mi cuarta pelea ya llegué bastante más tranquilo. El desafío era que iba por primera vez a seis rounds y con un boxeador de experiencia. Yo sabía que si podía meterle una mano y caía rápido era bueno, pero también quería llegar a los seis rounds, para vivir esa experiencia y ver de qué modo llegaba en lo físico. Porque sé que en el futuro deberé pelear a ocho, diez o doce rounds. Yo le apunto a un título mundial y a hacer una buena carrera y creo que de este modo se arranca. No pude noquear pero me fui muy conforme de terminar los seis rounds entero en lo físico. Hoy ya no me importa más eso de tener que ganar por nocaut porque soy Matthysse. Creo que mantuve la distancia correctamente y boxeé bien, me enfoqué en no ir a buscar un nocaut a lo loco. Debía trabajar tranquilo porque fue lo que estuve trabajando todo este tiempo para no cometer el mismo error de la segunda pelea y creo que salió bien.
-¿Que se te viene ahora?
-Ahora toca seguir entrenando como lo vengo haciendo, con total seriedad y responsabilidad. Siempre al tanto de lo que me digan mis promotores. Cuando me digan que tengo que volver a pelear, estaré listo.
-Por último, ¿cuán importante es el respaldo que recibís de Chubut Deportes?
-El apoyo que me brinda Chubut Deportes con la beca deportiva para mí es muy importante, sobre todo para el día a día. Verdaderamente saben cómo es la vida de un deportista que trabaja en serio. A mí me sirve para la nutrición, los suplementos, las vitaminas, para comprar la ropa o zapatillas. Yo estoy muy agradecido con Chubut Deportes porque siempre me han acompañado en lo que llevo de carrera.