La pequeña localidad de Marcelino Escalada, situada 130 kilómetros al norte de esta capital, es epicentro de una profunda conmoción. Una pareja de novios adolescentes, él de 20 años y ella de solo 16, fue hallada sin vida en una cava que los vecinos utilizan para arrojar basura, en las afueras del pueblo de 1800 habitantes, a unos 700 metros de la Ruta Nacional 11, en el departamento San Justo.
«El informe preliminar sobre la autopsia a la mujer indicaría que no se hallaron signos de violencia en su cuerpo. Lo propio habría sucedido con el varón. Por lo tanto, ahora hay que investigar cuáles fueron las razones de sus muertes”, sostuvo el fiscal de San Justo, Guillermo Persello, del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
En tanto, las familias se niegan a aceptar que haya habido un “pacto suicida”, ya que la relación era pública y consentida, o al menos no se conocían rispideces entre ellos que orientaran las actitudes hacia ese desenlace.
Sin embargo, para los investigadores, que no descartan ninguna hipótesis, cabe la posibilidad de un doble homicidio en otro lugar, donde la pareja pudo haber sido inducida a consumir algún tipo de sustancia letal, tras lo cual ambos cuerpos fueron llevados hasta la cava y arrojados entre el basural y el agua acumulada por las lluvias de los últimos días.
Todo podría comenzar a resolverse cuando se conozca el resultado definitivo de las autopsias, que se realizan en la morgue de esta capital.
La investigación se inició el sábado al mediodía, cuando la familia de la menor radicó la denuncia por averiguación de paradero. Horas antes, Priscila Ayelén Arce había desaparecido de la vivienda que compartía con su familia.
En sede policial, dijeron que su hija faltaba de su hogar familiar desde la noche del viernes, cuando se estaba bañando y le dijo a su madre “dame unos minutos y ya salgo”. Transcurridos 20 minutos, la madre fue al baño nuevamente, y descubrió no solo que su hija no estaba sino que además se había escapado por la ventana de su habitación hacia el exterior.
Desde el sábado al mediodía, y con la difusión de sus datos personales, complexión física y vestimenta, comenzó su búsqueda en toda la región.
Por la tarde, los padres del novio de la menor, Hugo Andrada, también realizaron un pedido de paradero con relación a su hijo. La búsqueda, entonces, se extendió para hallar al joven, que ni siquiera pasó por la casa de sus abuelos, como se esperaba.
Arce fue hallada el domingo a la mañana. Su cuerpo fue enviado a la morgue judicial de la ciudad de Santa Fe, donde se realizará la autopsia para establecer con certeza la causa que produjo el fallecimiento. Su novio fue hallado hoy, en el mismo lugar, aunque para ello debió trabajar un grupo de buzos de la Policía capitalina. El médico policial que lo revisó en la escena del hecho tampoco detectó heridas visibles en su cuerpo, según confirmaron a LA NACION los investigadores.
El otro dato saliente, que es motivo de peritaje y análisis entre los pesquisas, es que los teléfonos celulares de la pareja fueron encontrados en el mismo predio, en una especie de construcción muy precaria. Ese es otro elemento que complica aún más a los funcionarios que deben resolver el caso. Se espera el resultado de los análisis de esos equipos para conocer los últimos llamados o mensajes y su relación con el trágico desenlace.